Capítulo 27

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Tom

Estaba de regreso en casa luego de dejar a Emily en la suya.

Subí a mi habitación y me tire directamente en la cama boca arriba.

Me sentía demasido emocionado,por alguna razón me sentía muy nervioso,no podía dejar de pensar en Emily,quería pasar tiempo con ella, verla sonreír,tocarla...

-¿Pero que cosas estas pensando Tom?-Me cubrí la cara con las manos avergonzado. Nunca tuve pensamientos así con alguien. Tomé mi celular y le marque a Sam.

-¿Tom? No esperaba tu llamada. ¿Ocurrió algo?-Me quedé en silencio unos segundos.-¿Tom?-Deje salir un suspiro.

-Hoy salí con ella.-Ahora fue él quien se mantuvo en silencio.

-¿Como te fue?-Dijo al rato.

-Muy bien.-Le conteste un poco perdido.

Demasiado bien.

-Eso es bueno.-Ambos nos quedamos callados. Luego de unos cuantos segundos habló de nuevo.-Tengo trabajo que hacer así que te hablo luego.-Cortó la llamada antes de que pudiera contestar.

Me quedé acostado viendo al techo, pensando en ella.

Tomé otra vez el teléfono para escribirle un mensaje de buenas noches. Respondió luego de unos cuentos minutos. Quería seguir hablando con ella pero se sentía cansada,lo que me dio risa ya que apenas logró un punto en el mini golf.

Me cambie,apague todas las luces y me acosté aun viendo hacia el techo.

No podía dormir,revise la hora,ya eran las dos de la mañana.

Me levante frustrado,busque unos zapatos y me dispuse a ir al sótano.

Cuando estuve en la primera planta, por inercia fui hacia las fotos colgadas en la pared,se podía apreciar a una familia feliz, siempre veía las fotos, se convirtió en un hábito al llegar después de la escuela,como si al verlas todos los días esa familia pudiera regresar pero era imposible.

Baje de nuevo por las escaleras de caracol hacia el sótano.

Ahí fue la primera vez que nos conocimos formalmente, si es que se podía decir así.

Flasback

Un amigo de la familia tuvo una pelea con otra pandilla, lo habían apuñalado, lo encontré en mi sótano cuando baje a traer un libro.

-¿Pero que diablos haces aquí?-Le grite molesto acercándome a él hasta que vi la sangre sobre la mesa. Pare en seco y lo vi confundido.

-También es un gusto verte después de tanto tiempo.-Tense la mandíbula.-Necesito ayuda.-Su mano llena de sangre estaba apretando su brazo con fuerza.

-Ve a un hospital.-Comente sin más.

-Maldito niño,siempre tan frío.-Me vio con una sonrisa.-Si voy,me atraparan.-Explicó, su sonrisa desapareció.-Ayuda a este viejo amigo una vez más, me lo debes.-Me señaló con su mano llena de sangre.

Deje salir un suspiro cansado mientra me acercaba al botiquín de primeros auxilios. Nunca podré librarme de esa deuda.

Lo acosté en la mesa,era larga así que no abría problema,se quito la camisa y comencé apretando su herida para detener el sangrado.

-¡Maldición! Ten más cuidado mocoso.-Le dio un golpe a la mesa mientras se retorcía.

-Mantente quieto, estas perdiendo mucha sangre, si sigues así morirás desangrado en mi sotano.-Comence a vendar la herida con cuidado.

El secreto de mi vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora