Voy a pertenecer.

Capítulo 7. Ha pasado tiempo.

Estamos seguros de que la vida puede cambiar en un sólo instante. Ahora imaginemos lo distinta que es a través de un millón de ellos.

Las ausencias siempre dejan huella, siempre. Y las cosas son distintas.

¿Por dónde puedo comenzar? En esa noche que nos hizo diferentes, hubo mucho tequila entre todo. No tenía idea de que esa llamada iba a cambiarlo todo, y pedí que fueras a verme. Cuando llegaste, estaba destrozada, la verdad tenía tiempo estando en ruinas. Desde entonces, me dediqué a reparar todo lo que estaba mal en mí, principalmente porque era necesario, y el segundo motivo por lo que lo hice, fuiste tú. 

Inconscientemente o no, ayudaste en mi proceso de auto-reparación. Y no esperaba a que todo lo que ha pasado, sucediera. Ni siquiera pensé en sentir algo hacia ti... algo que está entre el cariño de una amistad y amor.  Y ni sé cómo cangrejos puedo llamar a ese sentimiento, y lo tuve. Lo tengo.

Lo peor es que ya había alguien más cuando llegué a ti esta vez. Recuerdo que hace un poco más de un año, sentiste eso.. lo he escrito en el capítulo 4. 

Ha pasado tiempo, el suficiente para que absolutamente todo sea diferente desde ese capítulo hasta ahora. El suficiente para que varias personas se marchen, otras lleguen, y algunas se queden. El suficiente para sanar las heridas de las que sólo tengo la cicatriz. El suficiente para aprender que nada es para siempre...

Me has lastimado, pero toda esta mierda por la que hemos pasado me ha hecho saber que vale la pena seguir intentando; y que las cicatrices adquieren un significado de que no he desistido. No quiero decir que demuestran valentía, porque definitivamente soy una cobarde. Pero, de vez en cuando, asumo los riesgos de mis decisiones, y al atreverme a lidiar contigo, supe que algo bueno iba a salir de todo esto. Ahora no es así.

 Algo ha salido mal. 

Pero no es nuestro fin.