Momo lo tiene todo, una chica muy ambiciosa e impotente, manipuladora que hace lo que se le antoje con sólo tener poder económico y por ser hija de uno de los Ceos más importantes de Japón se siente superior a todos
Dahyun una chica que lo tiene t...
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Transcurrió todo el día y Momo no supo nada de su amiga, le volvió a llamar en más de una ocasión pero pareciera que su celular se encontraba apagado, cuando dejó la empresa fue a buscarla hasta su casa, pero no había nadie, y con cada segundo que pasaba su nerviosismo aumentaba.
¿Dónde estás Mina?
Quería estar con su amiga, realmente necesitaba su compañía y estaba segura que ella también la necesitaba. Rendida llegó a su departamento, aunque quisiera no podía dejar de pensar en su novia, y fue cuando de nuevo volvió a llorar, maldiciendo en voz alta por ser tan débil y llorar pero simplemente no podía detener sus lágrimas que salían con tanto enojo, dolor, tristeza, decepción. Jamás le perdonaría eso a la peligris.
Después de haber llorado por horas decidió detenerse, no podía deprimirse de esa forma aunque le costará trabajo aceptarlo. Sin ánimos caminó hasta su habitación pero se detuvo al momento en que su vista se posó sobre la puerta que daba a la habitación de la menor, se acercó lentamente y a estar al frente bajó la perilla.
Lo primero que vio fue el violín que solía utilizar la peligris, lo tomó con cuidado y lo observó por uno minutos, recordando las veces que la menor tocaba ese instrumento, en como cerraba sus pequeños ojos sintiendo la melodía llegar a sus oídos, y en más de una ocasión una sonrisa aparecia en su rostro, mostrando que disfrutaba lo que hacía.
Sus ojos se cristalizaron otra vez, decidiendo dejar el instrumento donde estaba y salir de la habitación, si seguía ahí se hacharía a llorar y era lo menos que quería hacer, había llorado demasiado aunque no era suficiente para calmar todo lo que sentía. Porque en tan poco tiempo había llegado a querer tanto a esa mujer violinista como nunca creyó hacerlo.
—Dahyun — Habló al viento
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La noche había llegado pero eso no le impidió que siguiera donde estaba, su mirada estaba perdida en el collar que tenía en su mano, llevándola hasta su pecho.
La japonesa dirigió su vista hacia el cielo sintiendo el viento como revolvia su cabello.
....... ◇ ........
—Tengo un regalo más para ti—Sonrió
—¿Otro? Minari, no es necesario, ya te lo había dicho—Tomó con cuidado la mano de su novia apretándola con cariño
— Pero este es muy especial para mi dártelo, así que lo vas aceptar quieras o no— Lo dijo con tanta seriedad que ambas terminaron riéndose — Es enserio, no voy a aceptar un no de tu parte
— Bien, tú ganas Minari — Levantó sus manos en forma de derrota haciendo sonreír a la japonesa
— Pero primero, quiero llevarte a un lugar—Antes de que Chaeyoung dijera algo tomó su mano y la guió por un camino que desconocía
