Momo lo tiene todo, una chica muy ambiciosa e impotente, manipuladora que hace lo que se le antoje con sólo tener poder económico y por ser hija de uno de los Ceos más importantes de Japón se siente superior a todos
Dahyun una chica que lo tiene t...
El cumpleaños de la señora Hirai Masaharu había llegó y para ello un montón de preparativos por hacer, desde muy temprano ya estaban decorando el lugar, habían muchas personas trabajando en ello
Hana y Momo habían salido de compras con su madre para entretenerla un poco mientras así terminaban los preparativos. Mina ayudaba en algunas cosas de la decoración junto con otras chicas y chicos y Dahyun practicaba lo que les tocaría en la noche a la señora Hirai
Mientras tanto Momo, Hana y la señora Hirai iban por las diferentes tiendas, para comprar algo de ropa que usarían en la fiesta
—Hace mucho que no salíamos de compras—Sonrió Hana—recuerdo cuando era niña salíamos de compras y Momo siempre llevaba ese peluche... ¿como es que le llamas?—pregunto la japonesa
—Naru, así se llamaba—Respondió Momo quien llevaba sus manos en sus bolsillos
—Vaya recuerdos—suspiro la madre con una sonrisa— Momo tú nunca soltaba ese peluche de mapache, te gustaba mucho
—Me lo regalo mi abuelo haku para mi cumpleaños—dijo Momo
—El fue muy encantador con ustedes—Sonrió la madre—Pero bueno, ¿que les parece si luego de comprar vamos por algo de comer?
—Yo quisiera algo de bento—anunció rápidamente Hana—desde que eh estado viajando no he tenido mucho tiempo de disfrutar de la comida que más me gusta
—Bueno ya está, entonces iremos a comprar algo de bento—dijo la madre
—Y tú Momo, ¿sucede algo?, casi no has dicho nada—Era extraño que no se emocionara al saber que irían a comer
—No es nada, sólo estaba pensando un poco pero no es nada importante—suspiro Momo
—No será que...—Hana sonrió y movía sus cejas de arriba a bajo—La extrañas ¿Verdad?
—¿A quien extrañas?—Eso sí que le había llamado la atención hasta se detuvo para ver a su hija
—No es nadie mamá, Hana exagera, yo no extraño a nadie—dijo Momo negándose totalmente
—Mm...esta bien no diré nada, mamá no lo notará fácilmente—susurro Hana y desvió su mirada hacia las diferentes tiendas de ropa y se detuvo a una al observar unos vestidos hermosos
Las tres entraron a la tienda, era muy amplia, habían todo tipo de ropa para mujer, Momo se quedó observando cada prenda mientras Hana sonreía al ver tantos vestidos hermosos y de diferentes tamaños, colores y texturas
—¿De casualidad no será esa chica que trajiste a casa, la invitada de tu padre?—dijo la madre al intentar saber lo que Hana había comenzado