Choose Me..̯

4.

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—Eso fue algo duro ¿no lo crees? —

Shoyo se rió.

Justo ahora, él, Kuroo, Bokuto, Kenma y Akaashi se encontraban en el bar donde siempre solía presentarse con la banda. El festival había sido dos días atrás y para su desgracia habían quedado en segundo lugar, no entendía bien cómo aquello había pasado, pero agradecía aún tener la mitad del premio mayor al primer lugar.

Una oportunidad con una disquera de verdad se abría ante ellos.

Por eso, sus mas recientes amigos y él se habían encontrado, aún a las cinco de la tarde de aquel miércoles, para festejar -aún faltaban Lev e Inuoka, pero estos se encontraban ocupados con la universidad según Kenma le dijo-. No habían abierto una sola botella desde que llegaron y en realidad solo conversaban de sus horribles problemas, pero Shoyo agradecía ahora tener más personas con la que hablar que Atsumu.

Al que, por cierto, había rechazado ayer.

—Atsumu estará bien— Bokuto le dijo como adivinando sus pensamientos —Solo eras su capricho—

—¿Gracias? — él se rió.

No había nada divertido en ello, pero no había otra forma en que pudiera tomarlo.

—Yo hablaba más bien de la mentira, eso fue duro— Kenma interrumpió —Kageyama y tus amigos creen que eres mi novio—

—Lo soy ¿no? — Shoyo coqueteó indiscretamente con él.

Algo que hace poco había aprendido a hacer con ayuda del mismo Inuoka.

—Hey, aléjate de mi novio— Kuroo le gritó.

Era una historia graciosa realmente el cómo aquellos dos habían terminado juntos. Kuroo y Kenma se habían conocido en aquella noche que él mismo se besó con Kenma, y después habían coincidido otro par de veces en el bar -era lógico si el mayor era el barman y el rubio iba a buscarlo a él-, no había pasado mucho tiempo desde aquello, pero... cuando existe una conexión, solo lo sabes.

Y ellos lo sabían.

Shoyo le hubiera gustado encontrar algo como eso, tan rápido, tan sencillo y tan estúpido.

Pero ahí se encontraba, suspirando sobre una recién abierta botella de cerveza mientras Akaashi le palmeaba la espalda.

—No todas las historias de amor son tan sencillas, cariño—

Él lo comprendía. Pero no podía creer que la suya podría ser tan complicada.

—Solo... ¿por qué no le dices la verdad? —

—¿Cambiaría algo? — Hinata preguntó —Aún está ese estúpido contrato y la maldita posibilidad de hacer a Tsumu un miembro permanente... incluso si consigo que Tobio sienta lo mismo por mi ¿ir solo por ahí paseándome de su mano mientras Atsumu suspira? Eso es cruel, no es algo que quiero para él, puede ser un idiota... pero es mi amigo—

—Es tu culpa— Kuroo le contestó, tan duramente como es él a veces.

Gracias a los dioses, Kenma le dio un golpe.

—Quiero decir que es tu culpa por ser tan lindo—

—Tiene razón—

—La tiene—

—Completamente de acuerdo—

—Si así son mis amigos, ¿para qué quiero enemigos? — Hinata les interrumpió el coro.