V E I N T E : S O Y [P R I M E R A P A R T E]

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Siempre quise escribir sobre esto. Espero que lo disfruten tanto como yo escribirlo. 💜💜💜💜

Quiero decir algo que no siempre se trata de roles y que sí, en un principio la historia iba a ser plenamente Vkook (Tae top) pero saben qué. La historia me fue llevando y acá estoy contando algo que siempre quise.

Espero que de verdad lo puedan disfrutar.

Enjoy.... 💜






Por alguna razón Yoongi había dejado la puerta sin llave, quizá con alguna doble intención quizá en su interior quería que él volviese. O solo lo hizo para no tener que levantarse en abrir la puerta porque de alguna manera se sentía débil y en el estado en el que estaba no tenía fuerzas para recorrer escasos metros.

Escuchó pasos adentrarse y supo que era él.

-¿Qué pasó? ¿Dime qué pasó entre ustedes? -consultó algo desesperado. Mirando su cuerpo con los ojos bien abiertos.

Yoongi se quedó en un rincón de la sala algo temeroso y con la cara hinchada por el llanto.

-¿Te...? ¿Te obligó...? -El mayor lo miró, pero Taehyung no pudo verle el gesto-. ¡Dios, Min Yoonji, habla! ¡Me matarás del susto!

-No me llames así -pidió escondiéndose más en su cuerpo, haciéndose realmente chiquito.

-¿Así cómo? -la desesperación no lo dejaba razonar. O era que todavía quedaban vestigios de Jungkook en él. Sentía el cuerpo entumecido en algunas partes y el cerebro algo embotado. Sí, ese era el efecto Jeon Jungkook. Sacudió la cabeza mentalmente para poder estar aquí y ahora con su amigo en una de sus tantas crisis.

-Así -susurro chiquito, bajito con la voz cortada y apenas audible.

-Lo siento. Es que ni siquiera me di cuenta.

La desesperación era tanta que ni siquiera se dió cuenta de aquel nombre que prometió no pronunciar jamás; de aquel honorífico que usó en su casa con Jungkook en frente. Pero... cómo podrían culparlo; él realmente estaba preocupado, mejor dicho aterrado por su Noo... Hyung. Pensó lo peor. Cómo en la mayoría de las ocasiones que Yoongi llamaba por las noches o que incluso le pedía a algunos de sus amigos por su Tae-Tae.

El sudor frío le recorrió la columna cuando lo vio hecho un ovillo en el pequeño sillón que tenía en su living. Inspeccionó el lugar con la mirada y no notó nada del otro mundo. No notó violencia. Y creyó e hizo tanta fuerza en su interior para que nada de lo que ya había pasado se repitiese.

Volvió la mirada a Yoongi y vió como sus lágrimas se esparcían en su hermoso rostro, como saboreaba el sabor salado de ellas cuando tocaban sus labios delgados.

Camino a él con el ceño fruncido y dispuesto a escuchar todo lo que tenía que decir, si es que quisiese decir algo. O si en verdad solo quería compañía como era la mayoría de las veces. Entonces se quedó allí. Apoyó su mentón en el sillón y se quedaron cara a cara, pero por más que la distancia entre ellos era ínfima Min Yoongi no lo miró, y luego de un rato largo pudo articular una palabra. Todavía con la congoja a flor de piel.

-Casi... -carraspeó, quizá lo hizo solo para tomar algo de calor-. Casi me toca, Tae-Tae -Y ahora sí hizo contacto visual esperando la reacción del menor. Se humectó los labios y esperó en el silencio y en su miseria que le envolvía el cuerpo.

-¿Y tú...? ¿Tú lo querías?

Yoongi se quedó en silencio. Quizá esperaba alguna reprimenda, algún sermón de aquellos que daba Kim Taehyung sobre ética y moral y lo cansino que era todo aquello, en verdad Yoongi esperó algo de aquello, mas no ocurrió.

HomofóbicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora