N U E V E : G R I S

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Acá en Argentina es bien tempranito. Así que les dejo el capítulo que debería haber publicado anoche pero me quedé dormida F por mí.
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Denle amor a Taehyung plis y entiendan.... 💜
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Enjoy...💜
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Vieron el run? Me morí de risa. Los amo a los siete..💜

Si se preguntan cómo se ve Taehyung aquí un edit que me voló la cabeza.

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Taehyung miró hacia la ventana, la brisa movía las hojas y ramas de los árboles cercanos

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Taehyung miró hacia la ventana, la brisa movía las hojas y ramas de los árboles cercanos.

Las gotas de una reciente llovizna se habían pegado al ventanal y resbalaban una a una hasta llegar al suelo.

El cielo estaba gris, y sintió que el clima era el reflejo de su estado de ánimo: gris. Gris y melancólico. 

Se detuvo a pensar en esos detalles; banales y estúpidos.

Pensó en él y en la última vez que lo vio en aquel bar y para su desgracia no salía de su mente, ni mucho menos de su cuerpo. Porque más de una mañana se despertó con una erección y con la sensación de Jungkook en su cuerpo e incluso se masturbó pensando en él y para ser un completo cretino y mal nacido tuvo sexo con Kiki pensando en el cuerpo del joven Jungkook.

Se imaginó al joven de cabellos rosados era el que le estaba practicando sexo oral y no Kiki arrodillada en el medio de su oficina, le eyaculó en la boca, con la imagen de unos labios abultados y un hermoso lunar debajo de su labio inferior.

Sí, Kim Taehyung era un tremendo hijo de puta, pero más infeliz que hijo de puta.

—¿Qué dices, Taehyung? —escuchó que preguntaron trayéndolo a su realidad.

—Sí, me parece bien —Respondió mirando a todos lados, ya que sentía que todas las miradas en aquella junta estaban dirigidas a él y en especial la de su padre. Lo escrutó de inmediato y Taehyung notó como se le tensaba la mandíbula.

—¿Quieres agregar algo más? —Le preguntó el señor Park.

—No. Con todo lo que se habló ya es suficiente —respondió y exhaló todo el aire que estaba reteniendo en sus pulmones.

—En esta semana hablaré con mi abogado para que redacte los contratos y si todo marcha bien nos veremos el próximo lunes a primera hora —informó el señor Park con una sonrisa en el rostro.

Se lo veía tan encantador, muy diferente a su hijo.

—Me parece perfecto —Su padre le estrechó su mano al señor Park y Taehyung imitó esa acción.

Los otros hombres que venieron acompañados del señor Park se retiraron sin demasiados preámbulos.

Taehyung agarró su saco del respaldo de la silla y se encaminó a la salida, esquivando a su padre.

HomofóbicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora