Todos estaban preparados para lo que se venía. Por mi lado, me dolían las costillas rotas que me había provocado la caída que me di antes de llegar con Mikasa. Si bien, podía regenerarme con el poder del titan, sería muy raro que no tuviera ni siquiera un rasguño después de esa caída que más de uno de mis compañeros vio, simplemente no podía arriesgarme, pero aun así no me quedaría de brazos cruzados, si alguien se encontraba en riego extremo, no dudaría ni un segundo en ayudarlo.
El plan estaba saliendo a la perfección, habían bloqueado la visión de los titanes con las armas. Y en este momento los encargados de acabar con los titanes estaban atacando a los susodichos pero de un momento a otro, todo se fue a la mierda.
- ¡SASHA Y CONNIE ESTAN EN PROBLEMAS! - grito Bertolt haciendo que mis piernas se movieran sin siquiera pensarlo -
Los dos estaban más que paralizados, ninguno podía moverse y Sasha parecía estar balbuceando. A último momento el titan que atacaba a Sasha se lanzó hacia ella pero Sasha se movió más rápido, el que en verdad me preocupaba era Connie.
Corrí lo más rápido posible por las vigas del techo y baje por unos de los pilares. Al llegar al suelo corrí un poco y empuje a Connie, haciendo que saliera del camino del titan que estaba a punto de lanzarse hacia él.
Quede frente al titan, el titan me veía con esa maldita cara que causa escalofríos en cualquiera. Tenía miedo, no podía moverme, estaba segura de que moriría. Pero que más daba, probablemente merecía la muerte después de llenarme las manos de sangre de gente inocente.
Me resigne a ser comida por un titan. No me moví, probablemente tampoco parpadee en ningún momento. No fue hasta que Annie me tomo por la cintura y me saco de mis triste pensamientos.
- ¡¿Eres idiota?! ¡Tienes las costillas rotas, si sigues así podría perforarte un órgano! ¡No vuelvas a arriesgar así tu vida o tu salud, pedazo de imbécil! – me regaño Annie tomándome del cuello de mi uniforme para después dejarme e irse -
No le podía reclamara, somos buenas amigas, tal vez no hablamos siempre o nos expresamos mucho, pero siempre hemos estado la una para la otra de alguna manera. Así como yo no me puedo imaginar un mundo sin ella, tal vez ella tampoco puede imaginarlo sin mí.
- _____, te debo una, enserio - menciono Connie bastante efusivo a lo que yo solo asentí -
- Me alegro mucho de que estén ilesas - dijo Reiner dirigiéndose a mí y a Annie -
- ¡¡HAN SIDO TODOS ELIMINADOS!! - grito Jean - ¡AHORA VAMOS A REABASTECERNOS! - volvió a gritar haciendo que todos corriera a llenar sus tanques -
Todos estaban llenando sus tanques como locos. Por mi parte, Reiner se ofreció a llenar mis tanques y recargarme de cuchilla, mientras que yo solo estaba sentada apretando un vendaje en mi pecho para inmovilizarlo lo más que pudiera.
- ¿Estas bien? - pregunto esa voz tan cálida, Armin -
- Si, solo son unas costillas, nada de qué preocuparse - respondí mientras enredaba los vendajes -
- Intenta no moverte más de lo necesario, podría perforarte un pulmón o los dos - hablo más serio de lo normal para después extenderme una cantimplora con agua -
- Gracias - respondí levantando la mirada y tomando la cantimplora -
Por unos minutos nuestros ojos se conectaron, el brillo que los ojos de Armin tenían era hipnotizantes, ese azul se podría comparar con el azul del mar, tan brillantes y profundos.
Armin en verdad era una persona muy dulce, tal vez, después de todo esto, podría intentar invitarlo a salir, como agradecimiento.
- Gracia por el agua - respondí tomando agua de la cantimplora -
- Toma con cuidado - exclamo el rubio poniendo una mano sobre mi espalda al notar que hacía unas muecas de molestia al pasar el agua -
Despegue la cantimplora de mis labios y me perdí en esa mirada nuevamente, solo que estaba más cerca de lo que esperaba, nuestras respiraciones se combinaban, probablemente esto podría llegar a ser un beso.
- _____, aquí esta tu equipo – exclamo Reiner interrumpiendo el momento tan lindo que teníamos -
- Gracias Reiner - agradecí casi en un susurro ya que estaba avergonzada de que viera el sonrojo que acababa de crearse en mi cara -
- D-de nada - manifestó Reiner para irse un poco confundido -
- S-Será mejor que nos apuremos - hablo Armin regresando su mirada hacia la mía -
Gracias a su acción pude notar que él también estaba sonrojado.
- Si - respondí intentado pararme pero ya que mi cuerpo no tenía adrenalina corriendo por mi cuerpo, los dolores empezaban a hacerse presente -
- Te ayudo - exclamo Armin tomándome por la cintura para ayudarme a pararme -
Si bien Armin no era muy alto, para mi si era alto, la media 1.63 y yo media 1.53, era demasiado baja, por mi altura siempre han pensado que no tengo lo necesario para ser una guerrera de Marley y aun estando en Paradise también lo creyeron cuando me uní como recluta.
Al estar bien plantada en el suelo, Armin comenzó a ajustar el equipo de maniobra a mi cuerpo para evitar que se callera y ocasionara algún percance.
Tal vez no debería de sentir nada por Armin, pero tan solo tenerlo cerca me pone muy tranquila y calmada. Como si el me hiciera dejar de pensar en esa estúpida misión y en Marley.
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Perdóname
FanfictionPaz...es lo único que quiero...poder vivir en un mundo donde el poder militar y el dinero no importe...la gente de Marley siempre creyó que los eldianos como yo somos demonios...no los odio pero tampoco los aprecio...si solo pudieran entender que no...