Armin regreso siendo acompañado por el doctor, me reviso y verifico que mis pulmones estuvieran funcionando correctamente.
- No estoy seguro de como es posible, pero tus pulmones regresaron a su estado normal. Todo esta en orden a pesar de ser raro, puedes irte – dijo el doctor guardando sus instrumentos y saliendo de la recamara –
- Gracias doctor – agradeció Armin despidiendo al doctor –
Me pare de la cama y comencé a desvestirme para ponerme el uniforme, quedando en ropa interior, quería salir rápido para encontrarme con Reiner y ponerme al tanto del plan.
- ¡¡N-NO H-HAGAS ESO C-CUANDO HAY UN H-HOMBRE CERCA!! – grito el chico cubriendo con sus manos su cara sonrojada –
- ¿Nunca has visto a una mujer desnuda? – pregunte poniéndome el pantalón viendo sus orejas completamente rojas –
- ¡N-No! – grito girándose para intentar tranquilizarse –
- Mhm... - respondí en forma de afirmación – Si quieres, puedes ver – bromee intentando hacerlo sonrojar mas de lo que ya estaba –
- ¡¡_-_____!! – grito en forma de reproche a lo que me solté a reír un momento –
- E-Era broma – dije mientras apretaba mi panza por el dolor que me había causado reírme –
- S-solo c-cámbiate – musito el rubio intentando calmarse dejando todo en silencio – E-es la primera vez que te oigo reír – musito el chico intentando sacar un tema de conversación –
- Eres la primera persona que me hace reír así – dije mientras tomaba mi camiseta - Esta bien – respondí poniéndome la camiseta – Listo, ya puedes ver – mencione tomando mis cinturones, comenzando a colocarlos donde debían ir –
- Y ¿A qué organización entraras? – pregunto el chico viendo de reojo asegurándose de que lo que había dicho era cierto –
- Mi decisión sigue igual, entrare a la Legión de Reconocimiento – respondí poniéndome las botas terminando así de arreglarme –
- Supongo que nos seguiremos viendo a menudo – exclamo el chico dando la vuelta una vez vio que estaba cambiada –
- Tal vez, si no mueren antes – murmure lo ultimo intentando disipar eso pensamientos de mi mente, lo que menos quería es que mis amigos murieran –
- Espero conocerte mejor – menciono el chico con una sonrisa demasiado linda –
- Si... - respondí de forma inquieta –
Como si me hubieran aventado un valde de agua fría, recordé que no podía relacionarme mas con ellos. Lo que acaba de hacer, con el simple hecho de reírme había roto los muros que había creado desde que había llegado. Sin embargo, no sabia como era posible que mis muros hayan caído tan fácilmente con Armin, era como si por un momento bajara mi guardia al estar en una conversación tranquila con él.
- Deberíamos irnos, la ceremonia de elección empezara en un rato y tenemos que esperar instrucciones – exclamo Armin trayéndome de vuelta a la realidad -
Sin decir nada asentí esperando que Armin no hablara, intentando así recuperar su carácter frio y desinteresado. Caminaba unos pasos detrás de Armin, siguiéndolo mirando a todos lados, por alguna razón sentía que todo estaba muy calmado, algo que me hacia recordar la calma antes de la tormenta.
Llegamos al lugar donde se haría la ceremonia. Con la mirada busque entre la multitud a Annie, Reiner o Bertolt pero era casi imposible poder encontrarlos, había mucha gente.
- B-bueno, i-iré con Mikasa, t-tu ¿quieres acompañarme? – pregunto el rubio con un poco de nervios –
- Debo buscar a Reiner y decirle que estoy bien, ve con Mikasa, nos estaremos viendo – exclame intentado no sonar muy amistosa pero tampoco tan fría, quería regresar a lo que era –
- E-está bien – respondió el chico con un semblante un poco triste para después comenzar a avanzar hacia donde se encontraba la azabache –
No me gustaba tratar a Armin así, era un chico bueno y siempre me trato bien a pesar de no ser los grandes amigos, sin mencionar que el detalle de estar yendo a verme en todo el tiempo que estuvo inconsciente me hacia pensar que simplemente no merecía la amistad o compasión de Armin. Odiaba este sentimiento que hacía que mi corazón se oprimiera, estaba comenzando a tener sentimientos hacia el rubio, algo a lo que me negaba, no quería dañarlo y si la única manera de evitar destruirlo era mantenerme alejada, lo haría, aunque me partiera el alma.
Seguí con mis búsqueda, hasta que por fin vi a Reiner, pero renuncia a la idea de hablar con el ya que Jean estaba con el y lo que menos quería era levantar sospechas estando tan cerca de nuestro objetivo.
Me quede a unos pasos de Reiner y escuche atenta lo que el comandante Erwin estaba diciendo. Tan pronto como empezó el discurso de la Legión de Reconocimiento, el sentimiento de miedo abrumo a la mayoría de ahí, podía sentir el miedo que los demás sentían.
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Perdóname
FanfictionPaz...es lo único que quiero...poder vivir en un mundo donde el poder militar y el dinero no importe...la gente de Marley siempre creyó que los eldianos como yo somos demonios...no los odio pero tampoco los aprecio...si solo pudieran entender que no...