TAKANO POV'S
Habían pasado horas desde que vi a Ritsu de nuevo, después de dos años, y yo seguía parado en el pasillo. Ni siquiera había entrado en ese departamento que, seguramente, requería esas horas para hacer una limpieza.
Pero seguía paralizado con la idea de que esa chica fuera la dueña del corazón de mi amado Ritsu, por el que me fui un día esperando al volver encontrarlo más maduro o, al menos, menos inmaduro.
Y es que, antes de irme le escuché decir entre sueños que me amaba. En ese entonces tuve esa rara confianza de que, con un poco más de madurez y un incentivo como haberme extrañado, podría obtenerlo de una vez y para siempre.
Justo ahora creía que no había esperanzas. La castaña dijo que amaba a Ritsu, Ritsu le dijo a ella que la amaba y, aunque se sorprendió de verme, en cuanto ella abrió la boca él le siguió los pasos sin perturbarse con mi presencia.
Aun así estaba ahí parado, recargado a la pared y sosteniendo mi maleta, movido por la esperanza de aclarar todo y saber que yo seguía siendo el dueño de su corazón.
Al escuchar el elevador detenerse en mi piso giré a él. Estaba inseguro y temeroso de lo que pasaría, pero debía enfrentar mi realidad. Más, al abrirse el elevador no encontré a Ritsu, solo estaba la chica que había salido tiempo atrás de su departamento y que me miró con sus profundos ojos verdes y me dio otro saludo inclinando su cabeza.
Saludé y levanté la cara para cerciorarme de que ella venía sola. Le vi llegar a la puerta contigua a la mía tambaleándose. Ella rebuscó entre sus bolsillos algo, pero no lo encontró, al parecer. Así que solo se recargó en la puerta y dejó caer su cuerpo al piso suspirando.
—Estúpido Ritsu — resopló sentada en el piso, con la cola del abrigo en la cabeza, terminando en pegar su frente a las rodillas que tenía dobladas frente a su pecho.
Yo no me atreví a preguntarle nada. Con quien quería hablar era con Onodera, así que decidí entrar a casa, pero antes de siquiera dar un paso el sonido de su teléfono me paralizó.
Ella contestó sin inmutarse porque un extraño estuviera escuchando su conversación.
—Ah, los resultados. —Suspiró—. No puedo ir —dijo—, lo siento, estoy ebria... ¿Qué?, ¿por qué?... ¿cuánto tiempo?... Iré cuando vuelvas, entonces... Doctora, estás haciendo mucho rollo. Solo dime qué pasa.
Entre cada frase de ella un silencio en el que, supongo, hablaba la otra persona al teléfono. Yo no podía escuchar lo que la otra persona decía, pero seguramente dijo algo que ella no se esperaba, pues de pronto abrió grandes sus ojos y comenzó a llorar.
»Entiendo —dijo—... El de embarazo es... ¡po... si... tivo!... —y sus pulmones se llenaron con el aire que jaló forzadamente por la nariz —. Los dos son positivos —dijo después de soltarlo por la boca.
Moviendo su cabeza hacia el cielo intentó alcanzar más aire. Pero parecía incapaz de lograrlo.
»¿Qué voy a hacer? —preguntó a la persona del otro lado del teléfono—, va a matarme. Se supone que me estaba cuidando —argumentó llorando un poco más. Otro largo silencio se estableció y se puso de pie casi gritando—: ¡No! No le digas nada a él. Iré por ellos, seguro en un rato se me pasa la borrachera y estaré en tu casa... Si, entiendo. No te preocupes, le bajaré al alcohol, comeré mucho y me portaré bien... Gracias Doctora.
Después de colgar lloró sentada donde estaba. Yo estaba de verdad contrariado y sorprendido. Intentaba evitar que mi corazón se hiciera añicos, pero las palabras "Embarazo positivo" seguían haciendo eco en mi cabeza y golpeaban mi integridad que estaba por hacerse pedazos también.
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UN MALENTENDIDO, UNA APUESTA Y ¡AL FIN! TE AMO
FanfictionUna castaña ojiverde, posible esposa embarazada de Ritsu, hará sufrir a un Takano recién desempacado. ¿Será que realmente las posibilidades entre ellos terminaron?