OBSESSED | lexi martin trata de superar el segundo año, con extrañas ocurrencias pasando a su alrededor, aunque ella no se da cuenta de todo, hasta que junta las piezas y se une a dos chicos en su viaje para salvar a todos.
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LEXI PASÓ EL RESTO del día escolar preocupándose por un chico que ni siquiera conocía, preguntándose si estaría bien en su celda en el departamento del sheriff y esperando que no fuera culpado por asesinar a su padre. ¿Por qué estaba tan preocupada? Ella no lo sabía; solo tenía esta extraña sensación de que Isaac estaba en peligro, y sentía que podía sentir lo que él estaba sintiendo, y estaba asustado. Se sentía muy mal por el chico y esperaba que Stiles y Scott tuvieran un plan para sacarlo de allí sano y salvo. No solo se sentía así por Isaac Lahey, a quien apenas había dicho una palabra también, sino que Stiles también había sido castigado, lo que significa que la chica no había podido hablar con él en todo el día, por lo que la siguiente persona que ella intentaría arrinconar, era Scott. Pasó un rato buscando al chico, pero finalmente lo encontró corriendo por el pasillo, luciendo presa del pánico y como si se apresurara a llegar a alguna parte.
—¡Scott! —Lexi gritó, ganando la atención del chico mientras se volvía para mirarla—. ¿Sabes cuándo saldrá Stiles? —Ella le preguntó, esperando que él pudiera darle una respuesta.
Sin embargo, Scott negó con la cabeza a su nueva amiga. —Tiene detención por una hora después de la escuela. Sin embargo, Harris probablemente lo retendrá por más tiempo. Ya lo conoces —Le explicó a la pelirroja, quien suspiró ante sus palabras, queriendo hablar con Stiles ya que ella no había podido hacerlo en todo el día—. Necesito encontrar a Derek, sacar a Isaac de esa celda antes de esta noche —Le dijo a la chica, mientras ella lo seguía por el pasillo.
—Porque Derek lo mordió, ¿verdad? —Lexi preguntó en voz baja, para que nadie a su alrededor pudiera escuchar de lo que estaban hablando. Scott pareció confundido al principio, luego se dio cuenta de que Stiles debió haberle dicho lo que estaba pasando tan pronto como pudo. Al chico le gustaba que Lexi pudiera guardar un secreto y que no se hubiera ido corriendo a Argent con todos sus secretos sobre Scott y Derek; sabía que era porque a ella le gustaba Stiles, pero aún así lo apreciaba sin importar qué.
Scott asintió con la cabeza ante su pregunta. —Si cambia mientras está en su celda, todos se enterarán y el secreto saldrá a la luz. Tenemos que encontrar una manera de sacarlo —Él le informó, Lexi trataba de pensar en una solución pero se quedaba corta - no era un problema simple el que estaban teniendo—. Tengo que irme, Stiles generalmente deja su jeep sin llave para que puedas esperar allí hasta que salga —Scott sugirió.
Lexi negó con la cabeza con una leve sonrisa en su rostro. —Por supuesto que lo hace, gracias, Scott —Ella le dio las gracias al chico y lo observó mientras corría hacia su bicicleta para ir hacia Derek. La chica lo vio irse, antes de caminar hacia el familiar jeep azul que era el orgullo y la alegría de Stiles; se dirigió al asiento del pasajero, sonriendo para sí misma una vez más cuando la puerta se abrió, no habiendo sido cerrada, antes de subir, abrazando el olor de Stiles. El coche estaba desordenado, pero a Lexi en realidad no le importaba cómo se veía; si se saliera con la suya, su habitación sería así, pero con su madre constantemente regañándola por que limpiara lo que ensuciaba, tenía que hacerlo. Deseaba poder ser tan libre como Stiles, su padre lo dejaba salirse con la suya prácticamente con todo, Lexi estaría castigada de por vida si hacía una de las cosas que Stiles le había dicho que había hecho.
