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Suspiró con cansancio pero aún así sonriendo cuando Taehyung besó sus labios ansioso, contrastando con las caricias sutiles que sus dedos dejaban sobre sus brazos.

– Alguien tiene mucha energía hoy –susurró  sobre su boca viendo con la poca luz que la habitación del pelirrojo les entregaba a esas horas de la madrugada, las mejillas de su novio teñidas de carmesí por el reciente encuentro de sus cuerpos.

– Estás loco Jeon Jungkook, creo que voy a morir –dijo con una sonrisa que se transformó en un jadeo cuando el pelinegro se retiró lentamente de su interior.

– En mi opinión, –hablo mientras se posicionaba al lado de Taehyung, atrayéndolo a su pecho– creo que tuvimos una noche muy productiva.

- Justo como la última semana –declaró Taehyung con burla.

Y Jungkook no iba a mentir, pero es que desde aquella vez en su casa en donde había sentenciado su propio sentir aceptando que Taehyung era lo que necesitaba a su lado, no había podido calmar esa incesante sed por el chico, casi como si fuese una droga. Era maravilloso en realidad que después de cada día pesado o estresante, Taehyung estaba allí. En especial aquel mes pronto a terminar, las crisis se  habían repetido un par de veces frente al pelirrojo y le sorprendía (de verdad lo hacía) el como incluso sin saber, su novio lograba tranquilizarlo.

– ¿Puedes culparme?, –se acerco aún más para poder presionar sus labios sobre la mejilla del chico y rodear su cintura con su mano.

Y no, Taehyung no podía culparlo, pues apesar de que sus horas de sueño eran arrebatadas por el chico frente a él que llegaba a su apartamento con la excusa de tener un cena juntos o a veces siendo descarado y diciendo simplemente un "quiero hacerte mío" muy aparte de aquello, sentía que comenzaba a amar la manera en que era sostenido por aquellos brazos o el como su corazón latía más y más rápido cada que Jungkook se acercaba a su oído y decía la que se había convertido en su frase favorita "Me encantas, amor" pero por sobre todo aquel contacto físico lo que lo estaba llevando al borde de ceder y dejar que sus muros se cayesen; era que después de cada encuentro podía conocer un poco más de él.

Así que solo atino a negar permitiendo ser besado una vez más, recibiendo el beso calmo. Era fascinante como ese chico era capaz de llevarlo a sentir que tocaba hasta el más imposible éxtasis con una adrenalina y lujuria que nunca hubo sentido antes, a después sentir que flotaba cuando lo besaba de esa manera que él sabía, le encantaba.

Ambos chicos permitieron como cada vez que compartían cama, quedar dormidos entre besos y caricias traviesas.

Bueno, quizá sólo uno de ellos.

Porque mientras la respiración de Taehyung se volvía tranquila y suave, Jungkook solo pudo besar su frente apretándo más el abrazo a su alrededor esperando que con eso se quedase a su lado por mucho tiempo. Era consciente de los días pasando y que con cada uno de ellos, los tres meses a terminar de aquel "reto" estaban cada vez más cerca y él no había tenido la oportunidad de hablar con Hoseok para terminar aquello. Pero.. ¿cómo podía hacerlo? Sí cada que tenía a la vista a su amigo y este le hablaba de cosas triviales solo podía recordar en no perder aquella reputación que le costó, aquel respeto a base de acciones estúpidas pero que se sentía como un gran peso que sostener. Recordaba claro que lo hacía el como se había dejado en claro sus intenciones con Taehyung, pero ahora parecían tan lejanas a cumplirse.

Suspiró dejando un beso casto en sus labios antes de por fin cerrar sus ojos, queriendo relajarse con la idea de que aún le quedaban un par de semanas más y con ello encontraría una solución. Era algo ingenuo si lo pensaba con claridad, si aún no tenía una respuesta al como lograr la felicidad junto a ese chico sin pasar por los humillantes comentarios de sus amigos al verlo caer..

× Falling | KookTae ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora