~08~

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Parecía ser mentira, realmente Taehyung le estaba cediendo tocarlo.

Cuando estuvo satisfecho, siguió bajando por el estómago de Taehyung sin dejar de besar hasta que llegó al borde de sus pantalones. Dejó salir el aire por la ansiedad que sentía, quería hacer suyo al chico y disfrutar cada segundo de esa noche.

Con paciencia -que no tenía- desabrocho el botón, bajó el cierre y con lentitud quito las últimas dos prendas que cubrían a Taehyung. El aire se estanco en sus pulmones justo como la primera vez en que lo había visto vestido para la fiesta, era por lejos; perfecto. Sonrió cuando con la poca luz de la lámpara de noche, vio las mejillas de Taehyung sonrojarse por sentir la atenta mirada en su cuerpo.

—Eres hermoso, amor. —se sonrojo con más intensidad.

—Jung.. ~agh —Gimió fuerte cuando su miembro fue rodeado por la calidez de la boca de Jungkook, tragándolo por completo.

Dió suaves succiones sobre el musculo sensible de Taehyung, poniendo todo de sí para no lastimarlo con lo que estaba haciendo. A pesar de que su día a día se basará en sexo, darle placer a alguien más de esa forma nunca había resultado agradable. Pero en cambio con el pelirrojo parecía ser hasta necesario -él necesitaba probarlo- . Su cabeza subía y bajaba por la longitud, no era experto pero sabía que estaba haciéndolo bien, porque de los labios del chico los gemidos salían uno tras otro teñidos de  timidez. Y Jungkook encantado con aquellos dulces sonidos, decidido a llenarlo de placer; dirigió tres de sus dedos a la boca de Taehyung quien con pena, la entreabrio y comenzó a chupar y humedecer los dígitos.

Se separo de la entrepierna de Taehyung dejando un último beso en uno de sus muslos y volvió a su rostro retirando los dedos cuando sintió que era suficiente como para usarlo como lubricante -el cual no tenían porque no habían pensado que eso sucedería-, con ayuda de su mano separo más las piernas de Taehyung, llevó uno de sus dedos a la entrada del chico y con cuidado -demasiado-  lo introdujo dentro el, jadeando al sentir la estrechez de Taehyung. Podía imaginarlo apretandolo a él justo como lo hacia con su dedo. Observo cada facción del pelirrojo, que permanecía con la cabeza recargada en la almohada y mordiendo su labio, intentando adaptarse a la intromisión en su cuerpo. Movió su dedo con la intención de encontrar la próstata de Taehyung y poder eliminar cualquier rastro de incomodidad para cambiarlo por placer.

Luego de largos minutos tres dedos expertos lo penetraban con rapidez, siendo seguidos por los gemidos y jadeos constantes que morían en la boca del pelinegro, era tan bueno. Incluso creyo que podría correrse de esa forma si Jungkook seguía con ese ritmo. Con sus manos temblando y sin separarse de los labios de Jungkook; deshizo el ñudo de la bata que vestía el chico sin quitarla por completo, solo lo suficiente para poder pasar las puntas de sus dedos por la piel de su dorso. Recibió de repente un golpe de placer gustó en su próstata y al contraste con su toque en el pelinegro que solo lo hacía imaginar lo bien que se sentiría tenerlo dentro de él, se corrió; manchando ambos cuerpos con su semilla.

—Eso es, amor.. —dijo Jungkook sacando sus dedos del interior de Taehyung sacándole una queja por el repentino vacío. Sonrió quitando su bata -por fin- bajo la atenta mirada de Taehyung.

—K..kookie, por favor.. —trago en seco al verlo, Jungkook era grande.

Mierda.

Había escuchado incontables rumores en el campus sobre lo bueno que era Jungkook en esas situaciones. Pero en definitiva, de escucharlo a sentirlo en cuerpo propio, era totalmente distinto. En ese momento lo único que podía pensar era en que quería sentirlo ya, porque si no, entraría en desesperación. Sin embargo, se mantuvo en aparente calma. Recobrando los sentidos cuando oyó que Jungkook decía algo.

× Falling | KookTae ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora