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Draco despertó agitado y sudoroso sintiendo una lengua viscosa lamiendo su entrada estirándolo poco a poco deliciosamente, reconoció el aura de quien lo tocaba por ello a tientas estiró su mano encontrándose con una cabellera suave como nido, hundió los dedos tirando con cuidado de él mientras mordía su labio ante el cegador placer, la lengua se hundió otro tramo obligándolo a gritar, bífida, la lengua que lamió y casi enroscó en su punto dulce era bífida, ¿el padre de su hijo había vuelto a por más?

- Draco - una voz grave y ronca se deslizó por su canal auditivo haciéndolo temblar, su mano aun permanecía acariciando el cabello del contrario, abrió los ojos lentamente y una cara atractiva se dibujó de a pocos, especialmente un par de ojos verdes que lo miraban con gula - así que escogiste mi semilla por sobre tu vida... ¿eres acaso estúpido? - el rubio no respondió, solo se abrazó contra el más alto, sus manos ahora se tomaban de la espalda del pelinegro, el cual besó su cuello con besos esponjosos hasta lamer sus pezones - bien, si vas a escoger tenerlo debes dejar que te ayude - habló nuevamente el desconocido contra su pecho, sintió nuevamente la lengua esta vez lamiendo sus pezones, un calor agradable se extendió en todo su pecho, la saliva cálida hacia maravillas, sus manos se pasearon acariciando los fuertes hombros del demonio y de pronto un líquido cálido se deslizó por ellos, lo sintió vívidamente - eres terco, hasta mi madre pensó en matarme, pero tú te aferras a esa semilla, ¿porqué?

- Lo quiero - le respondió al fin - quiero a este pequeño

- No parirás un demonio con esas frágiles caderas, tenlo por seguro, déjame ayudarte con eso también - volvieron a susurrarle, las manos fuertes del pelinegro se pasearon acariciando la piel sensible, nuevamente el calor se extendió por sus huesos - eso evitará que se partan

- Tengo miedo - le confesó - pero no por mi, temo por él... ¿no será repudiado por nacer de mi?

- Claro que no, un demonio que es así de amado por su madre humana ya tiene un rango mayor que el mío, el amor es un precio alto en el infierno... ¿porqué te preocupa?

- Es mi hijo, debo preocuparme por él

- ¿Te preocuparía tanto como para vivir con él aquí?

- Si yo pudiera vivir por él, lo haría, si yo puedo ayudarlo entonces lo haré

- En verdad no sé que tanto le ves, ahora mismo esa semilla me impide tomarte, podría preñarte nuevamente y eso mataría a su hermano, así de malvado es, pero te diré algo... así como tu lo amas, eso te ama, lo parirás sin problemas

- ¿A dónde irás?

- Tengo algo que controlar, volveré cuando pueda, si para entonces ya no lo quieres estaré feliz de hacerte otro

Nine lives, bitch HARCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora