Eran ya las 12 de la mañana, zenitsu seguía sin despertar, estaba pensando seriamente si lo que dijo ayer sobre morir era enserio.
Zenitsu era un chico raro
Lo supe desde que lo ví, su raro corte de cabello parecido a un pequeño diente de león, su actuar no presisamente "masculino", su poca confianza que lo hacía dudar de si mismo, su voz aguda e incluso chillona y en especial la rara forma en la que se aferra a mi como si temiera que lo soltará.
El tenía bastante miedo anoche, temabalaba mucho y estaba seguro de que no era por el frío, podía sentir como algunas lágrimas recorrían sus mejillas y mojaban mi pecho.
Me sentí mal por el, no sabía como se había perdido tanto como para llegar hasta aquí, casi nadie venía.
Pero
Aunque era un poco diferente a las demás personas que conozco, tenía algo especial, hacía que mi corazón latiera rápido y lo único que atravesaba mi mente en ese momento era en protegerlo
Desde la ventana se veía como lograban salir algunos rayos de sol e iluminaban toda su figura a su paso, en especial su rostro, sus cejas gruesas sus ojos grandes y sus suaves mejillas un poco inchadas
Me gustaría conocerlo mejor, pero no puedo hacerlo mientras sigue dormido, es frustrante.
Traté de apartarlo, pero el solo apretaba más su agarre, no tenía intenciones de despertar, Zenitsu seguía apoyando su rostro en mi y respiraba lentamente, se veía relajado
- ¡Zenitsu despierta! - dije al mismo tiempo que lo sacudía- ¡ya es tarde!- logre que abriera lo ojos pero eso duró poco
- 5 minutitos más - dicho eso se volvió a dormir, era increíble
- Zenitsu cuidado una araña!
- AAAAAAAHHHH TANJIROOOOOU~ - gritó y saltó hacía mis brazos
- olvídalo ya se fue - dije y le sonreí, el se sonrojó un poco y mostró una sonrisa un poco tímida, apenas torciendo sus delgados labios rotos, algunos de sus cabellos dorados estaban despeinados, pasaba una de sus manos restregando un poco su ojo mientras soltaba un bostezo, era realmente lindo
-ya puedes soltarme, tanjiro
- claro, perdón - le sonreí y lo solte
- Tanjiro ¿que hora son?
- son las - alargue la s mientras veía mi reloj- doce con diez
- ¿¡QUE?! ¿POR QUE NO ME DIJISTE ANTES ? El abuelo me va a matar - gritó y se levantó bruscamente del futón, jalaba sus cabellos con irritación mientras balbuceaba cosas inaudibles para cualquiera que las llegase a escuchar
Solté un suspiro junto con algunas risillas que trataba de que no salieran, cuando zenitsu se estresaba llegaba a ser muy expresivo
- ¡¿que es lo que da risa idiota?!
- nada, deberíamos irnos ya, tu abuelo debe estar preocupado por ti
- NO NO NO ANIKI ME VA A MATAR, MEJOR HAY QUE HUIR
- ¿A sí? y ¿a donde iremos? - dije mientras me cruzaba de brazos en forma de reto
El dió algunas vueltas en circulos alrededor del futón, estaba concentrado ¿realmente se lo esta tomando enserio?
- Ya se!, nos iremos a México, me teñire el cabello de negro, me cambiaré el nombre a Consuelo y tú serás Raul ¿no te parece genial? - incluso se podían ver brillitos a su alrededor, zenitsu tenía bastante imaginación, no pude evitar reírme a carcajadas, el por un momento se mostró molesto pero después cedió ante la risa.
- bien zenitsu, vámonos entre mas rápido lleguemos sera mejor
- s-si
Después de que acomodará el futón, salimos de la pequeña casa, zenitsu se veía asombrado por el lugar, se quedo viendo al río y caminó hacia el, comenzó a jugar un poco con el agua y decidí unirmele, sumergí una de mis manos en el agua y le aventé algunas gotas a su rostro y el la devolvió pero con mucha más agua seguido de una sonrisa retadora, el río era poco profundo casi llegaba a el altura de mis rodillas, lo pensé poco y con mis dos manos junté suficiente agua cómo para mojar toda su cara, quería ver hasta que punto llegaríamos, zenitsu me aventó desde los hombres y caí, aveces realmente lograba sorprendeme
- gané - me extendió su pálida mano para ayudar a levantarme, yo lo tomé con algo de fuerza y lo empuje hacía mi mojandose por igual, pronto inicio una pequeña pelea para ver quien lograba mojar mas a quien, el pequeño diente de león no perdía para nada la iniciativa su única intención era ganarme y era mas que obvio, estaba feliz de que ya no se sintiera asustado por no haber llegado antes a casa, ahora zenitsu se veía incluso divertido como si se le hubiera olvidado lo ocurrido hace unos momentos.
Lo único que ambos podíamos pensar, almenos ahora, era en el otro, solo yo y el, no nos importaba lo demás.
Estaba feliz y estoy mas que seguro que el también
Zenitsu seguía aventando algo de agua mientras se reía, parecía que nunca se rendiría al final tuve que darme por vencido se estaba haciendo tarde y tenía algo de hambre, el seguía luciendo su bella risa, era realmente contagiosa
- a kaigaku le hubiera gustado jugar esto - dijo mientras que me ayuda a levantarme
- ¿Quién es Kaigaku?
- Es mi hermano mayor, a el le hubiera gustado estar aquí
- Zenitsu, sobre eso
- ¿si? ¿que sucede? - el preguntó con algo de curiosidad
- podrías guardarlo en secreto
- ¿que cosa?
- sobre esto, la casa del árbol
- ummm esta bien ¿pero porqué?
- suelo venir a este lugar cuando estoy triste o algo malo sucedió y me gustaría que solo tu y yo sepamos de este lugar ¿de acuerdo?, no me gustaría que mas personas estuvieran por aquí
- ¿solo tu y yo? - yo asentí
- debes guardar el secreto
Me acerque a el y le susurré al oído
- será nuestro lugar secreto- nuestro lugar secreto... - repitió el con un notable y lindo sonrojo
____________________________________________
Amo a estos dos bobos
Holaaa, bueno se que dije que lo subiría el jueves pero cuando lo leí no me gustó el resultado y estoy segura que a ustedes tampoco les agradaría; pido perdón por mi inactividad pero ahora estaré actualizando más seguido, se los prometo.
Por cierto muchas gracias por su apoyo, ya mas de 100 votos y 700 lecturas :0, nunca pensé llegar a tanto.
Pregunta:
• ¿Quieren un kaigaku sobreprotector?
Y por último, gracias por leer, no se olviden de comentar y votar por la historia me ayudan mucho.
ESTÁS LEYENDO
La casa en el árbol | Tanzen
FanfictionZenitsu recientemente se muda a otra cuidad donde conocerá a un chico de cabellos burdeos que pronto se convertiría en su mejor amigo, o quizás algo más