Capitulo I :|| Mudanza ||

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Zenitsu estaba perdido en sus pensamientos, viendo los autos y las aves pasar por en frente de la ventana del auto, las personas caminando, algunos corriendo, era de mañana asi que quizás llegaban tarde a sus empleos, otros bastante ocupados utilizando el celular como para prestar atención a su alrededor; el rubio se mantenía bastante tranquilo haciendo esto, mientras el aire que se lograba meter movia los suaves y extrañamente rectangulares cabellos rubios de su frente hacía atrás, haciendo que este cada vez asomará un poco mas su cabeza, le agradaba esa sensación, lo llenaba de tranquilidad.
Metió su cabeza de nuevo en el auto para de nuevo encontrarse en su regazo como apretaba con suavidad las flores y fotos que le habían regalado sus amigos, pequeños pero muy significativos regalos que le habían dado antes de que se fuera a su nueva casa cerca de la nueva oficina donde trabajaría su abuelo quien estaba a cargo de ellos.

"vuele pronto zenitsu" "cuidaremos a chuntaro por ti" "no nos olvides", esto lo gritaban mientras el auto se alejaba cada vez mas del lugar, zenitsu agitaba su mano y les gritaba que los extrañaría mucho, pero sus amigos ya no lo podían escuchar, estaban demasiado lejos. Zenitsu casi nunca hacía amigos todos lo odiaban por ser un pervertido y un bebe llorón, alguien cobarde que siempre huye de sus problemas, por eso odiaba las despedidas, era muy difícil simplemente empacar e irse del lugar en que paso tantas cosas y dejar a sus amigos, pero tenía que hacerlo por su abuelo.

El no quería irse, pero tampoco deseaba causarle mas problemas a su abuelo. No podía evitar sentirse así, veía como cada vez estaba mas lejos de su casa y de sus amigos, de el vínculo que tanto le tardo formar, de las personas que quería.

Todos estos pensamientos se acomulaban en su pecho y formaban un nudo en su garganta, sus lindos ojos ámbar se empezaban a cristalizar y querer soltar lágrimas como pequeñas gotas de miel. No tardaron en aparecer los sollozos, el rubio sabía que no era muy fuerte para soportar situaciones de cambios, el los odiaba y necesitaba desahogarse por mas mal que los demás lo llegarán a ver.

—Zenitsu?...— soltó su hermano mayor de una forma suave a su costado, ganándose la mirada cristalizada y triste del menor. No necesitaron palabras para comunicarse, el simple contacto visual lo expresaba todo, kaigaku, simplemente lo tomo entre sus brazos de una forma fuerte pero con cuidado, el abrazo fue relativamente corto, después simplemente se encargó de terminar de despeinar sus cabellos rubios con su mano mientras bajaba hacía a acariciar su mejilla— Tranquilo, se que los extrañarás mucho, pero siempre habrá cambios y no puedes echarte para atrás cada que sucede uno... además puedes seguir hablando con ellos por teléfono ¿ No es así?— el menor rubio simplemente asintió y dijo un " si " mientras soltaba un poco el agarré en sus regalos para después soltarlos y poder secarse las lágrimas, dedicándole una pequeña y tímida sonrisa al mayor. — tal vez y solo tal vez "alguien" convenza a el abuelo de ir a nuestra antiguo casa en las próximas vacaciones— dijo de forma tranquila mientras le sonreía haciendo a zenitsu sonreír de oreja a oreja, aunque no estuviera con sus amigos siempre contaría con Aniki.

Su abuelo simplemente los veía por el retrovisor dibujando una leve sonrisa en su rostro.

Las horas pasaron, zenitsu estaba un poco desesperado por ver su nueva casa,como su mala costumbre sacaba toda la cabeza fuera de la ventana abierta del auto para ver hacía donde se dirigían y cuánto faltaba.
— si sigues así pasará un auto y te arrancará la cabeza— dijo el pelinegro de una forma un poco fría, esto basto para que zenitsu se asustara lo suficiente y se sentará bien en el auto mientras con uno de sus dedos subía el vidrio de la ventana. Zenitsu no asomaría su cabeza en un largo tiempo.

— ¿ya casi llegamos?— soltó el menor por  décima vez con un poco de fastidio y aburrimiento.

— si, es justo aquí — menciono el mayor mientras bajaba un poco la velocidad del auto. Haciendo que zenitsu saltara la emoción y volteara su cabeza para ver el lugar.

La casa en el árbol | TanzenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora