DIVINITY | Draco Malfoy

01.

CAPÍTULO UNO
(  divinity  )

Pasión.

La pasión puede llegar a ser muy fuerte cuando quieres algo.

Esa es la motivación que te impulsa.

Para Averie Wilson, la pasión significaba expresarse, ¿y qué mejor manera de simbolizarla que en su ropa?

Precisamente por esta razón, Averie siempre se ha sentido atraída por la ropa. La industria de la moda había estado llamando su atención desde pequeña. Por lo tanto, ese día era muy importante para ella.

—¿Puedes dejar de hacer ese ruidito, Evie? Se está volviendo molesto.

La castaña se volvió hacia su mejor amiga, sonriendo por el comentario.—Lo siento Mila, estoy nerviosa.

Cualquiera que pasará al lado del pequeño restaurante, en dónde las chicas estaban, pensaría que ellas estaban en un día como cualquier otro; sin embargo, aquella tarde definiría el futuro de Averie y eso causaba su nerviosismo.

De repente, el teléfono en su mano sonó y ella no pudo haber sido más rápida en contestar.—¿Hola?

Camila miró a su amiga, completamente aturdida. Sus mejillas sonrojadas, algunos mechones oscuros de su cabello caían sobre su frente; estaba claro que había algo en su mente. La morena arqueó una ceja mientras le daba otro bocado a su comida, mirando como Averie agitaba las manos en desesperación.

—Mamá, te llamo en un rato cuando logre solucionarlo. Creí que eran ellos los que me llamaron, necesito tener la línea desocupada así que te pido por favor que dejes de llamar.

Y colgó antes de que la persona pudiera responder. Inmediatamente, la culpa llenó su pecho así volvió a agarrar el teléfono para marcar.

—Lo siento, mamá, estoy muy estresada.—admitió dejando caer su cabeza en la palma de su mano.—Está bien, te amo, adiós.

Un completo desastre.

—Aplicaste hace como 2 horas, amiga, date un respiro.—dijo Camila.—Si tienes suerte, recibirás una llamada dentro de una semana.

Una semana.

No había nada que odiara más que esperar. Por lo tanto, se negaba a soltar el teléfono hasta recibir una noticia.

—Si llaman pronto, significa que no me aceptaron; pudieron haber mirado mi currículum y de inmediato decir 'mmm no'.

—Por lo general, confías en tu trabajo, Evie, ¿por qué los nervios?

La chica pensó la pregunta. ¿Qué había cambiado? Bueno, existían muchas respuestas a eso.

—Es complicado, Mila.

Había solicitado un trabajo con el diseñador anónimo más conocido, dueño de una de las mejores marcas a nivel mundial. Le dejó su currículum a la empresa y ahora esperaba ansiosamente una llamada para saber si logro conseguir una entrevista o no.

Esta era una oportunidad única en la vida. Podría llegar a tener éxito a una edad tan temprana.

—No estoy segura de estar tan calificada como pensé que estaba cuando me enteré de la vacante.

Esa era la verdad. Aún era muy joven, hace poco tiempo había terminado la universidad. Y eso llevó a que no tuviera muchas oportunidades cuándo se trataba de obtener buenos trabajos, ya que, por lo general, buscaban a personas con experiencia.

Pero al mismo tiempo, Averie sabía que tenía un don para el diseño. Siempre la felicitaron por ser la mejor de su clase; pero esto ya no era la escuela, ahora debía enfrentar al mundo real y cruel. Un campo más competitivo.

Necesitaba suerte si quería que la empresa le diera la oportunidad de trabajar directamente con un diseñador exitoso. Estar relacionada con el dueño de una empresa tan destacada se veía como un sueño casi imposible.

Mature Divinity era una marca de lencería de lujo, como Versace o Givenchy. Incluso más conocida que Victoria's Secret.

Por lo tanto, tuvo que ver el anuncio varias veces para confirmar que no era una broma.

Su mejor amiga, Camila, se dio cuenta de su nerviosismo no le estaba haciendo ningún bien.—Para acortar la espera podrías comer tu comida. No hay mucho más que puedas hacer ahora, ¿verdad? Solo relájate.

—Supongo que no.—murmuró.—No debería preocuparme hasta que sea necesario, ¿verdad?

( . . . )

Aproximadamente media hora más tarde, Averie finalmente se relajó, volvió a hacer bromas y a ser ingeniosa como de costumbre.

Ambas chicas han sido amigas desde que tenían uso de razón. Una historia que siempre trae una sonrisa al rostro de la castaña, todo gracias a un inesperado percance rojo que resultó ser una afortunada coincidencia.

—Luego derramaste todo el kétchup sobre mí.

—Yo tuve que limpiar todo y ¡tú ni siquiera me ayudaste!—se quejó Camila.

—Teníamos siete ¿qué esperabas que hiciera?

—Te quedaste ahí parada riéndote de mis pantalones manchados.

—Y luego fuimos mejores amigas para siempre, ¿o no?—bromeó Averie.

—Obviamente.

Después de almorzar, decidieron caminar de regreso a su apartamento al ver el agradable clima. Usualmente siempre hacía calor en Los Ángeles pero hoy, a comparación de otros días, se sentía más tranquilo.

Un paseo como ese era lo que Averie necesitaba. El aire fresco sobre su rostro la calmaba de una manera que nada ni nadie podía hacerlo.

—Me preguntaba por qué nadie sabe quién fundó Mature Divinity, quiero decir, ¿acaso no querrías que te conozcan si fueras la dueña?—preguntó Mila.

Era extraño.

—Uno pensaría que sería hermoso ser reconocido por algo como eso, al menos en el mundo de la moda.—comenzó.—Pero quizás esa personas no quiere, aunque no puedo imaginar a alguien que no quisiera ser famoso por ser un buen diseñador de lencería.

—Bueno, quizás lo descubra pronto. Y tal vez sea lindo.—bromeó Averie.—Y posiblemente tenga privilegios especiales porque nos enamoraremos y tendremos preciosos bebés diseñadores.

Camila le dio un ligero golpe en el brazo.—Sí, claro, y estoy segura de que será un multimillonario atractivo que caiga rendido a tus pies, porque bueno, eres irresistible.

—Así es Mila, nadie puede resistirse a mí, ni a mi solicitud. Todo lo que hago es perfecto.

Aún riendo, la morena rodo los ojos.—No seas demasiado arrogante conmigo, Evie, guárdatelo para la entrevista.

—Si es que consigo la entrevista.

—Lo harás.