DIVINITY | Draco Malfoy

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Capítulo
CUATRO

'Bienvenida a Mature Divinity'

Esas 4 palabras resonaban en su cabeza, haciendo a todo su cuerpo sobresaltarse.

Averie apenas podía contener su emoción mientras salía del edificio con una sonrisa en el rostro.

Lo primero que quería hacer era contárselo a su mejor amiga. Quería compartir su emoción con Camila como siempre hacían con cualquier cosa que valga la pena celebrar. Siempre celebraban juntas.

—¡Camila!—gritó Averie, viendo a su amiga hablando con un surfista alto de cabello oscuro.

Después de que Camila solo sonriera como respuesta, volvió a llamarla:—Mil, ven aquí ahora.

Los rizos oscuros del cabello de su amiga rebotaron en sus hombros cuando caminó, de manera casual, hacia ella.

—¿No te había dicho que no salieras del auto?—se quejó Averie.

Pero su molestia desapareció en el momento en que recordó por qué llamó a Camila.

—¿Qué?—preguntó fingiendo estar ofendida.—Acaso no viste lo bien que nos llevamos.

Se tomó un segundo para mirar al chico. Lo saludó cuando él asintió con la cabeza hacia ella. Se dio vuelta para mirar a Averie.

—Bien, ¿Qué te tiene tan feliz? Parece que estás a punto de estallar.

—Mil, no vas a creer lo que acaba de pasar.

Pasó un segundo en el que Averie se rió para sí misma, lo que generó curiosidad en Camila.

—¿Y bien? Dime Evie, ¿Qué pasó?

—Tengo el trabajo Mil. ¡Lo conseguí!

Realmente no podía creer que eso acabara de suceder.

—¡¿Qué tú qué?!

—Resultó ser una confusión, fui yo quien consiguió el trabajo, no la otra Averie, fui yo.—trató de explicar.

Y como era de esperarse, como habían hecho por años, Camila celebró con Averie, compartiendo la misma emoción.

Sin embargo, era obvio que Averie estaba más emocionada, porque apenas podía concentrarse lo suficiente para conducir de regreso a casa. Pensando en lo que Fallon le había informado.

Averie le contó a Camila hasta la última palabra de lo que le dijeron adentro.

Cómo fue una de las 2 postulantes que fueron aceptadas de miles.

Aparentemente, el diseñador quién era el director y fundador de la marca dijo que sus diseños eran únicos y combinaban con su estilo como ningún otro. Era una perfecta combinación.

Antes de que Averie saliera de la oficina en Malibú, le dijeron que esperara un correo electrónico detallado en poco tiempo.

Y eso estaba haciendo ahora, sentada en su habitación en silencio mirando la pantalla de la computadora esperando que apareciera el mensaje.