De todos los lugares del mundo ¿Por qué aquí? estamos en un lugar PÚBLICO, ¿me harán bullying hasta en la calle?, no lo voy a permitir, no aquí.
-Ok, si vienes para hacerme bullying, te invito a que levantes tu culo y te vayas- Wow, ¿quién diría que ser grosero es divertido?
-No me senté aquí por eso, de hecho solo te he visto como dos veces y ya.
-Entonces... ¿Qué quieres?- dije seria.
-Quiero conocerte- ¿Conocerme? el mismo lo dijo soy la famosa americana, ¿quién querría estar conmigo?
-No, no quieres, y ¿sabes qué?, puedes quedarte ahí sentado, yo soy la que se va a ir- Me levanté de ahí y salí de la cafetería, oí que alguien corría detrás de mí.
-Oye, espera- me tomó del hombro.
-¿Qué quieres?- dije desesperada- Si esto es una maldita broma, te puedes ir, ¡vete!
-Cálmate, no es una broma, yo no soy como ellos, no te haré daño- me miraba con sus hermosos ojos miel, no iba a caer en sus encantos.
-Ya he escuchado eso, adiós- me solté de su agarre y me fuí corriendo a casa.
Estaba a dos esquinas de mi hogar y dejé de correr, tenía la respiración agitada, saqué mi teléfono celular con los audífonos del bolsillo trasero y comencé a escuchar Cold Coffee- Ed Sheeran a todo volúmen, como si quisiera que todo fuera como mi mundo, libros, máquinas de escribir, instrumentos musicales y palabras que se quedaron en el aire. Abrí la puerta de casa y me encontré con una madre desesperada y preocupada.
-¿Dónde te habías metido? ¿Te estabas cortando? Dímelo.
-Wow, cálmate, no me estaba cortando, estaba en la cafetería tomando un delicioso capuchino y un panecillo, ahora me voy a ir a mi habitación a dormir- lo dije todo muy despacio, pero no alcancé a dar ni el primer paso porque mamá me lo interrumpió.
-Alto ahí señorita, me darás todas las cosas de filo que tengas, ahora- teniá la mano extendida en signo de que le diera todo.
-No quiero, déjame pasar mamá.
-Clare Margaret Grint Walker, me vas a dar todo lo que te pedí y punto, no me hagas enojar más.
-Bien, ya voy- rodé los ojos y fui a mi habitación, tomé el bisturí y todas las cosas puntiagudas y afiladas.
-Lo estoy haciendo por ti, no tienes derecho a enojarte conmigo- estaba más calmada.
-Ujum- No la miré y echaba las cosas a la bolsa de basura de mala gana- eso es todo, ¿te puedes ir?
-Por cierto, mañana tenemos cita con el psicólogo- dijo antes de cerrar. No quiero ir, ¿cómo una persona que tal vez tenga más problemas que yo puede ayudarme?, Agh, odio esto, odio el instituto, odio mi vida, odio todo... Le pondré fin a esto.
Salí de mi habitación y bajé las escaleras.
-¡Mamá! Iré a la ferretería, no me demoro- y así salí de casa.
Cuando llegué a la ferretería me atendió una señora de edad.
-¿Qué se te ofrece querida?- me sonrió e hizo que sus arrugas se notaran más de lo debido.
-Necesito cuerda.
-Sígueme, por aquí- me señaló un pasillo y la seguí.
Me la dio y después fui hasta la caja a pagar.
Llegué a casa de nuevo y sin saludar, fui directo a mi habitación.
Hice un nudo y lo que sobraba lo enrollé en un tubo que había en el techo, me paré en una silla y até el nudo a mi cuello.
-Todo esto ya terminará- y tiré la silla, la cuerda me apretaba mucho que hasta quemaba, sentí que todo se me iba a salir y salían sonidos raros e involuntarios de mi boca.
-Clare, creo que debemos hab...- Abrió la puerta y en cuanto me vio colgada gritó tan fuerte que hasta casi me quedo sorda- Oh Dios mío, ¡Clare!- Llorando desamarró el nudo y caí al suelo junto a ella, no podía parar de toser, mamá lloraba y me arrullaba en sus brazos.
-Perdóname Clare- fue lo último que escuché cuando de un momento a otro caí en un sueño profundo.
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Bullying [EDITANDO]
Ficção Adolescente¿Cómo es que no puedo tener una vida normal?, ¿Por qué todos me odian?, ¿Qué tengo de malo?... Estas preguntas se las hacía cada día Clare Grint, otra chica entre millones que sufría bullying, aún no entendía cuál era su problema, de hecho ni lo ten...