𝐂𝐚𝐧 𝐲𝐨𝐮 𝐬𝐞𝐞 𝐭𝐡𝐞 𝐝𝐚𝐫𝐤? [Elijah Mikaelson]

Ⅰ. 𝙏𝙝𝙞𝙨 𝙥𝙡𝙖𝙘𝙚 𝙩𝙝𝙖𝙩 𝙬𝙚 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙝𝙤𝙢𝙚

" Este lugar al que llamamos hogar "

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Elijah

Querido diario,
Nuestro retorno a casa, nuestro amado barrio francés.
Tengo esperanza, elijo tenerla. Nik se fue a los montes brasileños de los que nos habló Marcel, en busca de respuestas y una solución para protegernos de mi padre.
Decidí quedarme a cargo de los niños, como un intento desesperado por distraerme y debo admitir que pese a que él té aquí es exquisito y puedo poner en practica mi francés, esta ciudad parece haber perdido el rumbo y yo el mío.

Elijah acomodó el pequeño diario en su bolsillo y soltó varios suspiros. Siempre ha sido un solitario, amante de la soledad, de todos los originales es quien posee el alma más noble (aunque su modestia no le permitiría admitirlo en voz alta nunca).

Se miró en el reflejo de la vajilla colonial que decoraba su mesa. Los años pasan, gente va y viene, aparentemente todo sigue igual pero nada lo es realmente.
La familia siempre es lo primero, por lo que entregar unas décadas más a ella no era un sacrificio, al contrario, era una cuestión de honor bastante común para él.

Ya olvidó la última vez que estuvo en alta mar pero todo el tiempo se siente a la deriva.

-¿Otra vez pensando en él abismo de tu soledad, querido hermano? -. Kol entró a la sala luciendo radiante, había algo especial en su mirada, las travesuras le sientan.- Bueno, al menos sabemos que Rebekah no te molestará en un largo rato.- Se acercó a Elijah dándole palmaditas en la espalda mientras esbozaba una sonrisa.

-¿Me dirás por qué le clavaste la daga a Rebekah anoche?

-Ella arruinó uno de mis planes y además desapareció mi anillo de luz para dejarme encerrado el día entero, ya sabes, hirió mis sentimientos-. Kol hizó un sarcástico y exagerado gesto de dolor mientras reía.

-Estoy seguro de que lo hizo por algo que comenzaste tú ¿No es así? -. Elijah miró fijamente a su hermano, algo no andaba bien con él.

Ambos se distrajeron por un aroma peculiar proveniente del jardín, era cómo encontrar los tulipanes en una mañana de primavera, como escuchar música clásica viendo las estrellas. Era nuevo y ciertamente adictivo.