capitulo 16

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* N O A H *

La última vez que había cantado frente a un grupo de personas, no me traía buenos recuerdos, así que estaba muy nervioso. Sin embargo, me aferré a la guitarra con pasión, mientras mis dedos flotaban sobre las cuerdas y mi alma se dejaba llevar por la letra de aquella canción. Ese era yo, un muchacho que amaba la música, y no ese chico rebelde que todos creían.

Estaba tan concentrado que olvidé por completo en dónde estaba, y no fue hasta que escuché los aplausos, que volví en sí. Contemplé entre la multitud a mis amigos, y a la par de ellos a ___________, con esa sonrisa capaz de iluminar todo.

Me sentí satisfecho por el resultado obtenido, no era que en ese momento fuese una persona distinta, porque uno no cambia de un día para otro, pero al menos iba por buen camino. Mi alma estaba despertando de un largo letargo, y mis ojos vislumbraban todo de una forma distinta, no sabía si sólo era el momento, pero después de mucho tiempo, experimenté felicidad.

Sonreí a modo de agradecimiento y devolví la guitarra a sus dueños; bajé los pequeños escalones que separaban el escenario del suelo, y me encontré con médicos y pacientes felicitándome. Tras algunos minutos de elogios y cortas conversaciones, me topé con mis acompañantes; Millie tenía las manos puestas en la cintura, y tanto ella como Ed, me recibieron con un efusivo abrazo.

—¡Eres un éxito! —exclamó Millie, alegremente—. Espero que cuando te hagas famoso, no te olvides de nosotros.

—Has dejado a más de uno con la boca abierta —intervino Ed—. Vas a tener que darme unas clasecitas para aprender a cantar.

—Mi amor, sabes que te apoyo en todo lo que deseas ¿verdad? —cuestionó su novia, posando las manos sobre los hombros de mi amigo—. Pero... No pidas cosas imposibles ¿sí? —agregó, fue imposible no reír.

Mi mirada se encontró con el níveo rostro de ________, no había nada en ella que no irradiara luz

—Me has dejado sin palabras —comentó __________—. ¡Cantas increíble! —Me abrazó rápidamente, sin darme tiempo a corresponderle—. ¡Felicidades! Definitivamente tienes un don.

—Gracias —me limité a contestar.

—Me alegra volver a oírte cantar —intervino Carol, uniéndose al grupo. Estaba unida al brazo del Dr. Díaz, la verdad ambos eran muy buenos amigos—. ¡Nunca dejes de hacerlo!

Asentí, sonriendo.

—¡Felicidades, Noah! —secundó el Dr. Díaz, estrechando su mano a la mía. Me sentí un poco avergonzado por cómo le había hablado la última vez; no obstante, él me trató como si nada hubiese pasado—. Me has impresionado, o mejor dicho has impresionado a todos. Que lastima que tu padre no estuvo aquí para verte.

—Bueno... —prosiguió Carol, percibiendo mi incomodidad por el último comentario. Sin embargo, no me molestó, comprendía que no era su culpa, pues la mayoría de los empleados del hospital, desconocían las diferencias que teníamos mi padre y yo—. Sigan disfrutando de la fiesta —agregó, marchándose.

Las horas se nos pasaron entre música, risas y anécdotas; la banda siguió tocando canciones y hasta se hicieron diversos concursos en los que participaron las parejas, fue muy divertido ver a Ed y a Millie intentando bailar el limbo.

Observé detalladamente a _________ mientras permanecía distraída mirando hacia el escenario; tenía un perfil armonioso y delicado, una nariz recta, y sus labios —teñidos de un suave rosa— eran pequeños y ligeramente carnosos. Me gustaban esos pequeños pliegues que se le hacían en la comisura de la boca mientras sonreía; después de todo Ed tenía razón, definitivamente era hermosa.

dr cutie (Noah Schnapp Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora