capitulo 14

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* N O A H *

—¿Cómo estás, hijo? —preguntó papá, entrando a la habitación. Yo estaba frente al espejo, intentando hacer el nudo de mi corbata, la verdad era que nunca se me habían dado bien esas cosas, detestaba vestir ropa formal—. Génesis me contó que irán juntos a la fiesta de San Valentín —continuó, lo ignoré—. Me alegra que salgas con ella, hiciste una buena elección.

—Esto sí es algo nuevo, Kurt —repuse, mientras giraba el trozo de seda azul—. Tú de acuerdo conmigo.

—Es una chica perfecta para ti —prosiguió, tomando mi corbata entre sus dedos—. Es hermosa, inteligente y una excelente doctora. Deberías llevarle algo, no sé, quizás unas rosas, a las mujeres les encantan que las sorprendan —añadió, logrando al fin, el tan anhelado lazo.

—No necesito que me des tus consejos de cómo tratar a una mujer —espeté—. Me parece que eres el menos indicado para eso. —Me di un vistazo en el espejo; el cabello estaba perfectamente peinado, la barba recién rasurada, y aunado a la americana que llevaba, todo el aspecto era bastante sobrio—. No creas que se me olvida lo que le hiciste a mamá.

—¡Basta con eso, Noah! —gruñó—. ¿Por qué no olvidas el pasado?

—¿Olvidar? —reí, sarcástico—. Pretendes que olvide todo lo que sufrió mamá por tú culpa, y luego dices que el cínico soy yo.

—Hijo... —titubeó, entrelazando los dedos en su canoso cabello—. Tienes que entender que algunas veces el amor se acaba. No se puede vivir al lado de una persona si ya no la amas.

—Puedo comprender eso —afirmé, mientras contenía el nudo que se había formado en mi garganta—. Lo que no entiendo es tu falta de compasión. ¡Por Dios, era la madre de tus hijos! La mujer que según tú contabas, había sido el amor de tu vida, y ni siquiera pudiste tomarte un minuto de tu tiempo para despedirte de ella —añadí, influenciado por la ira—. ¡No pretendas que olvide las noches que la vi llorar en esa maldita cama de hospital, mientras tú y Chloe pretendían que no estaba pasando nada!

—Noah...

—Yo... yo nunca olvidaré la noche en que te fui a buscar a la casa de tu amante... Digo de Clara. Era la noche de navidad ¿lo recuerdas? —No me contestó, se limitó a llevar la mano hasta su sien—. Estaba lloviendo y tú disfrutabas con tu nueva familia. ¿Recuerdas que te rogué que fueses a verla? —pregunté, el silencio fue la única respuesta—. Pero tú sólo respondiste que en ese momento no podías. ¡No pidas que olvide eso, Kurt! Ni siquiera te pudiste apiadar de mi dolor. ¡Te lloré, te supliqué y a ti no te importó! Eres el ser más egoísta que he conocido y todavía tienes el descaro de pedirme que me olvide del pasado.

—Noah, sé que me equivoqué, pero... —intentó colocar su mano en mi hombro, pero me hice a un lado—. No quiero que me guardes rencor.

—Eso debiste pensarlo antes —respondí, amargamente—. ¡Tú y tu maldito egoísmo me han hecho el hombre que soy ahora! ¿Mírame y dime que ves? —Trató de decir algo, pero al final no dijo nada—. Soy un fracaso como médico, un fracaso como músico y un fracaso como ser humano. No me pidas que no te guarde rencor, cuando eso fue lo único que sembraste en mi corazón.

—Yo solo... —vaciló—. Yo solo quería ser un buen padre.

—¿¡Un buen padre!? —cuestioné, irónico—. Un buen padre no obliga a sus hijos a hacer cosas que no quieren, sólo por simple gusto. Un buen padre siempre busca la felicidad de sus hijos por sobre todas las cosas ¿Y sabes algo? ¡Yo no soy feliz! Me levanto cada mañana y me pregunto ¿en quién diablos me convertí? Algunas veces solo quisiera desaparecer y olvidarme de todo lo que he tenido que vivir. Cada día que paso en ese hospital es un maldito infierno para mí, y ahora en oncología ya te podrás imaginar. Cada persona que veo, cada familia que llora, cada niño que muere, me hacen recordar una y otra vez a mamá ¡Bravo! —exclamé, aplaudiendo—. ¡Te mereces el premio al mejor padre!

dr cutie (Noah Schnapp Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora