Elígeme [KatsuDeku & Decchan]

Capítulo 8: La "charla" con Kacchan

Pasadas las diez de la noche la clase 1-A seguía reunida en un sala común jugando con los adornos de navidad que colocaban por todo el lugar, charlando animadamente entre ellos. Sólo quedaba un día para que comenzaran las vacaciones de invierno y unos más para navidad.

Hace exactamente una hora tuvieron esa discusión grupal por las insinuaciones de Mineta.

Al parecer todos lo dejaron pasar, incluso nadie preguntó sobre ese drama del abrazo con Bakugo.

Nadie dijo algo de su aroma por lo que asumió que ahora, por suerte tal vez, era imperceptible para sus compañeros.

Después de comer unos dulces que cocinó junto Sato y Uraraka decidió irse con sigilo hacia las escaleras para no ser visto.

Se dirigía al cuarto piso.

Abajo se escuchaba el alboroto de todos sus amigos reunidos, por lo que al subir hasta el piso del cenizo el silencio y el frío envolvieron su cuerpo.

Tenía miedo.

¿Qué le diría primero?

"¡Hey Kacchan, creo que fuiste manipulado por este aroma afrodisíaco, así que olvidémonos de esto! No es que me desagradara, pero creo que así las cosas no serán incómodas entre nosotros."

"¿Te molesto que nos dijeran raritos? ¡Casi nos atrapan Kacchan!"

"No puedo creer que fuiste primer beso y experiencia sexual Kacchan..."

—¿Eh? — Enrojeció en mitad del pasillo en pánico ante esa auto-revelación de sus pensamientos.

« Por All Might...¡mí primer beso fue Kacchan!»

Tocó sus labios deslizando sus dedos sobre ellos.

Sus ganas de gritar se convirtieron en un nudo en su garganta, evitando que emitiera sonido alguno.

Estaba muy confundido.

Nunca se detuvo a procesar lo que acababa de pasar entre ellos. Era tan extraño haber conocido un lado tan íntimo y prohibido de él.

Prohibido, porque él no debía ser quien conociera ese tipo de lados de su amigo,  porque él nunca debió tener esas imágenes de ese Kacchan que ahora están en su memoria.

Un Kacchan con sus ardientes y oscurecidos ojos de excitación, con su caliente respiración sobre su humedecido cuello, con sus fuertes manos subiendo y bajando sobre su virilidad frotando y masturbando contra la suya.

Sonriendo lascivo y orgulloso por dejarlo falto de aire y desesperado por probar sus labios por más tiempo. Suplicando con urgencia que Kacchan siguiera besándolo.

Tragó duro.

Fue extraño. Se sentía extraño.

Dentro suyo algo lo hacía chillar, como si estuviera emocionado, como si hubiera ganado algo o logrado algo imposible.

Pero era Kacchan.

Un hombre, su amigo de la infancia, su rival y a quien tanto admira. Verlo en una situación así de intima le hizo plantearse que estaba sucediendo dentro de él.

¿Por qué sentía que era erróneo y que ese no era su lugar? Y, ¿Por qué estaba emocionado, hasta orgulloso de ser el primero en ver a Kacchan de esa manera?

Al menos, creía ser el primero.

Por lo tanto ¿Cómo es que sabía besar? Además, ¿Cómo sabía qué tenía que hacer? Quizás lo aprendió de alguna película...o su aroma, quizás fue su aroma afrodisíaco el que nubló su juicio e hizo que se dejase llevar entre esas extrañas sensaciones.