Capítulo 10: Los pensamientos de Bakugo

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El día de Navidad había llegado.

La clase 1-A estaba festejando ese día vestidos de sus trajes navideños, con demasiada comida, regalos y adornos con luces brillantes por doquier.

Pero Bakugo no estaba del mejor humor.

Estaba pensando demasiado en lo que hizo con Deku.

Y no se toquetearon una vez no, sino dos putas veces en el mismo día.

Y le gustó.

Si no fuese así, no hubiera tenido el impulso de volver a besarlo y comenzar de nuevo esas ardientes sensaciones que experimentaba por primera vez en su vida.

Mientras que ese idiota se movía por toda la sala común riendo y bromeando, él estaba más molesto y callado de lo normal.

Pasaron el último día de escuela con normalidad. 

En la clase entrenaron cómo presentarse ante los medios, y su presentación fue un completo éxito según él. Aunque sus profesores le dijeron que tenía que trabajar en ello. 

Deku le informó que Recovery Girl le entregó esos supresores para su aroma. El pecoso se deprimió y avergonzó bastante al saber que ese aroma eran sus feromonas en plena etapa de apareamiento, o como dijo Bakugo, la etapa en celo. 

Según Recovery girl, su celo hace que su cuerpo tenga un mayor deseo sexual y que sea más sensible a los estímulos físicos. Por alguna razón su celo se adelantó, la anciana dijo que un estímulo exterior pudo causarlo, pero Deku sólo guardó silencio y la vieja no insistió con el tema.

Les advirtió que en esos días Deku podría tener una fuerte fiebre al no aliviar ese calor corporal causado por sus descontroladas feromonas deseando aparearse y reproducirse.

Recovery girl le soltó sin pudor que la única forma que podría evitar que enfermara debido al calor del celo era equilibrando sus feromonas. Es decir, "atendiendo" las necesidades de su cuerpo, ya sea masturbándose o teniendo relaciones sexuales.

Ellos se miraron cómplices. Al menos ya sabían que en ese mes el pecoso no se enfermaría. 

Si no fuera por los supresores, el olor continuaría allí, y no sabía que hubiesen hecho Deku y él de ser así. Los supresores sirven para el aroma, pero el calor de Deku seguiría, o surgiría cuando quisiese hasta que aprenda a controlarlo.

Quizás hubieran ido más lejos.

No sabía que sucedería con los próximos ciclos de celo de Deku.

Ese dulce, delicado y fresco aroma eran las feromonas de Deku, y un fuerte afrodisíaco para los demás. 

Estaría débil y expuesto, sería fácil que alguien lo tocara e hiciera lo que se le diera la gana con él.

Incluso Deku podría perder la razón y dejarse llevar.

Eso le molestó. 

Cualquier idiota que se le acercara a tocarlo su cuerpo reaccionaría dócil.

A pesar de tanto cuestionarse no logra confirmar si fue afectado por el aroma, o fue por qué él quiso que pasara todo eso. Si no fue esa esencia afrodisíaca ¿Por qué quisiera hacer algo como eso justamente con Deku? 

No encuentra respuesta. 

Y no puede pedir consejos a la anciana o a alguien más. Primero porque Bakugo Katsuki no pide consejos, segundo, porque sospecharían y sería un escándalo. No podía decirle a nadie.

Suficiente tuvo con el que Kirishima le preguntara a Deku sobre esa polera de cuello alto negra que le dió al inútil para tapar esas marcas. Diciendole como un idiota que le quedaba bien y que era algo del "estilo de Bakugo".

Elígeme [KatsuDeku & Decchan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora