CAPÍTULO 110

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HACE MEDIO DORITO...

Una hermosa y amplia sonrisa se instaló en el rostro de Alexa al poder mirar mejor a las dos mujeres en la cama, Lexa estaba acostada de lado sobre el lado derecho de la cama y Clarke la abrazaba desde atrás de forma protectora, las lágrimas de Alex recorrieron sus mejillas sin poder evitarlo, la paz que veía en el rostro de su madre rubia no la había visto nunca, movió su mirada de ella a Lexa y su labio inferior tembló sin poder evitarlo al mirar como su pecho subía y bajaba con cada respiración, realmente había funcionado, realmente su madre estaba viva y ella iba a poder crecer a su lado esta vez, no tenía palabras en ese momento para describir la felicidad que sentía.

Las vió por un rato más, desde las sombras y cuando se dió cuenta que una pequeña claridad comenzaba a entrar por la ventana se dijo que ya era suficiente, estaba arriesgando mucho así que se dió vuelta para salir de ahí.

Justo cuando estaba volteando para irse pudo ver de reojo como un cuchillo voló en su dirección, aquello fué como en camara lenta, así lo sintió y a pesar del adormecimiento que aún sentía en su cuerpo y que sus sentidos no estaban al cien, pudo esquivarlo y este se clavó con un ruido seco en la puerta.

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— ¿Lexa? — Clarke se despertó asustada por el movimiento repentino de la castaña y más cuando vió aquella figura entre las sombras medio de espaldas a ella.

— Clarke agáchate — Le dijo Lexa sin verla, con su mirada puesta en el intruso — ¿Quién eres? — Le preguntó de forma directa y con odio la Heda.

Alexa volteó, la capucha y la oscuridad que quedaba la cubrían perfectamente, en esas milésimas de segundo estaba tratando de descifrar que hacer, a estas alturas no le quedaban muchas opciones, su madre castaña tenía un cuchillo en la mano y se había dado cuenta que era tan precisa como ella misma a la hora de lanzarlos, si no se hubiese movido a tiempo ese cuchillo hubiese perforado sin ningún problema uno de sus pulmones y ahora mismo estaría moribunda en el piso, sacó sus manos de los bolsillos de la sudadera y al Lexa ver que aquella persona tenía un cuchillo en sus manos le lanzó con una puntería que daba miedo el que le quedaba, pero Alexa nuevamente lo pudo esquivar por poco, de hecho corto el lateral de la sudadera haciéndole una herida en el lateral del brazo.

Todo pasó muy lento frente a los ojos de todas, Lexa estaba avanzando hacía la persona que a su parecer las quería atacar, no le quedaba ningún arma más que su propio cuerpo así que no quería darle tiempo de reacción al enemigo, Alexa volteó para tomar los dos cuchillos lanzados por Lexa que quedaron clavados en la puerta el primero lo lanzó con una puntería que era de temer y quedó clavado solo a escasos centímetros de Clarke, Lexa frenó sus pasos con el corazón a mil pensando que le habían hecho daño a su esposa, que estaba herida, pero pudo respirar con tranquilidad cuando se dió cuenta que el cuchillo estaba clavado en el colchón pero a una distancia mínima del cuerpo de la rubia, ese había sido un lanzamiento de advertencia por parte de la persona frente a ella, luego miró nuevamente al tirador y corroboró su pensar, tenía un nuevo cuchillo en su mano y se veía que su mirada estaba fija en la rubia.

— ¿Qué es lo qué quieres? — Le preguntó nuevamente entre dientes mientras retrocedía un par de pasos para que aquella persona no lastimara a Clarke.

Alexa tenía mil pensamientos ahora mismo en la cabeza, era más que obvio que no iba a herir a su rubia madre, tenía la precisión de un águila, era experta lanzando cuchillos, ese cuchillo se clavó justo donde ella quería, era la única manera que se le pasó por la cabeza para que su otra madre parara el ataque en su contra y funcionó, no podía dejar que sus madres la vieran, no aún o el plan que tenía reservado no funcionaría, debió haberle hecho caso a Morgan y no salir de aquella habitación, justo después de que Lexa lanzara esa pregunta su escapatoria entró justo por esa puerta, los Gonas que había visto dormidos cerca del elevador entraron atropelladamente por la puerta al escuchar el alboroto, al ver al intruso en la habitación de Heda se lanzaron contra Alex que con su motricidad trabajando a mitad los esquivó fácilmente trató de no herirlos de gravedad pero si los cortó un poco con su cuchillo para impedir que la siguieran, salió de aquella habitación corriendo como loca en dirección a la habitación donde estaba durmiendo Morgan, entró y trató de cerrar la puerta trás ella lo más silenciosamente posible y esperaba que no la hayan visto entrar ahí.

SIEMPRE ESTARÉ CONTIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora