CAPÍTULO 117

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ANTERIORMENTE...

— Mamá mira a tu alrededor — Le dijo Alexa dando unos pasos hacia ella — Los discípulos están a nada de llegar, la lluvia ácida está a punto de caer, el aire cada vez es más tóxico para todos los sangre roja, la ola de muerte llegará en los próximos días y aquí estamos, esto es lo que la humanidad elige hacer en sus últimos días... Otra batalla, mucha más sangre — Le dijo haciendo mención al cónclave —  Si ellos llegan aquí y los Clanes no están unidos no ganaremos esta pelea, todo el esfuerzo de volver en el tiempo hasta aquí, el regresar a mi madre a la vida, todo habría sido en vano — Le dijo en un tono un poco más bajo — Si dejamos que ellos lleguen a ese Búnker estamos perdidos, toda la humanidad lo estará y si este Cónclave es lo que necesitan los Clanes para unirse, ser un solo Clan y así defender al pueblo, pelearé — Al pronunciar estas palabras su tono fué seguro, ella estaba dispuesta a dar su vida por conseguir completar aquella misión y lograr un cambio en el futuro, Lexa solo pudo sentir su corazón llenarse de orgullo, su hija era una gran Heda, sus palabras eran sabias y valientes — Además no hay vuelta atrás, si no me presento a pelear toda nuestra gente pagará el precio, me ejecutarán por traición y todos terminaran muriendo a manos de los discípulos — Le dijo con una tranquilidad que daba miedo.

Clarke se quedó en silencio por varios minutos, tenía la mirada puesta en su hija mientras pensaba en todo lo que acababa de escuchar, soltó un suspiro antes de finalmente hablar pero lo hizo mirando a Lexa — Te dije que era idéntica a tí en lo terca — Le dijo Clarke.

Alex sonrió ampliamente al escuchar esas palabras salir de la boca de su madre — Te recuerdo que quién se está negando a que peleé eres tú, no yo... — Le respondió Lexa con una media sonrisa que se amplió al ver como Clarke la veía con los ojos entrecerrados.

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Las puertas se abrieron y por ellas entró Madi, dando pasos dudosos con una cara de culpabilidad que se veía a kilómetros de distancia y también entró Melanie que pasó como un rayo por su lado hasta estrellar su cuerpo contra el de Alexa.

— Lo siento Heda, entraron todos juntos y no queríamos herir a sus invitados — Se disculpó Ezekial en nombre de los demás guardias.

— No hay problema... Pero no dejen entrar a nadie de otro Clan — Les ordenó y ellos asintieron para salir y cerrar nuevamente.

Dentro de la sala del trono ahora mismo estaban, Madi, Luna, Raven, Octavia, Diyoza, Morgan, Aster, Hope, Declan y Gaia además de Melanie que estaba en ese momento compartiendo un fuerte abrazo con Alexa, el cuál Alex estaba regresando gustosa.

— No tienes una idea de cuanto te he extrañado — Se escuchó la voz ahogada de Mel en la sala, tenía su rostro enterrado en el cuello de Alexa y sus lágrimas no dejaban de rodar por sus mejillas — De cuanto he deseado ver nuevamente tus ojos abiertos — Al decir esto se separó un poco de ella y estudió su rostro con detenimiento, sus ojos desbordaban la palabra amor por todos lados.

Alexa llevó sus manos hasta las mejillas de Mel y limpió sus lágrimas con suavidad, con una delicadeza absoluta sin retirar sus ojos de los suyos, luego la acercó a ella para darle un suave y corto beso en los labios — Discúlpame por haberte preocupado de esa manera, aquí estoy ahora — Le dijo brindándole una sonrisa hermosa — Te amo — Al decir estás palabras se acercó nuevamente pero esta vez besó su frente y volvió abrazarla.

Todos en la sala veían enternecidos aquella escena, prácticamente todos los ahí presentes a excepción de Lexa habían visto crecer aquella bonita historia entre ambas y ver hasta donde todo había llegado entre esas dos causaba mucha ternura en todos.

SIEMPRE ESTARÉ CONTIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora