Capítulo 15: La incertidumbre del mañana

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El domingo llegó demasiado lento en opinión de SungGyu, quien se moría de ganas de ver a SungJong. El hombre se la había pasado metido en la cocina toda la mañana preparando una receta con pasta que le había enseñado WooHyun. Estaba seguro que a su mejor amigo le encantaría. Además tenía enfriando en la nevera un vino blanco de la marca que le gustaba a SungJong y sidra de manzana para él. Iban a pasar una tarde estupenda.

SungGyu escuchó el familiar sonido de la puerta abriéndose. SungJong había llegado.

—¿Kyuzizi?

—En la cocina. SungGyu sintió los pasos de su mejor amigo acercarse a donde él estaba.

—¿Quién eres y qué hiciste con mi mejor amigo? — SungJong rio al ver a SungGyu con un delantal de lo más ridículo "cocinando".

—¿Qué crees que hago? Duh.

SungJong lo abrazó colocando su cara contra su cuello. Se sentía bien volver a ver al hombre.

—¿Cómo has estado?

—Bien y extrañándote demasiado. —Una vez que fue dejado en libertad por SungJong apagó los fogones de la estufa, se quitó el delantal y fue hacia la nevera a sacar el vino para servirlo.

—¡Dios! Haz subido de peso. —Sorpresa palpitando por toda la cara de SungJong.

—Y que lo digas. ¿Puedes creer que esté pesando ochenta kilos? Pero todo ha sido culpa de WooHyun, cocina como los dioses. — SungJong gruñó —. Lo siento, no debí nombrarlo. La expresión de SungGyu cambió rápidamente de una de felicidad a una de tristeza.

—No lo sientas Kyuzizi, no es culpa tuya que ese tipo me caiga tan mal. — SungJong tenía que controlarse si quería que esta visita saliera bien. SungGyu no tenía la culpa de su sufrimiento.

Intentando dejar atrás el incómodo momento, SungGyu cambió de tema y comenzó a contarle al hombre todo lo acontecido en su vida durante el último mes. Hacía tiempo que SungJong no venía a su casa y quería saber también cómo le había ido.

—En serioSungGyu, no he salido con nadie. En estos momentos estoy dedicado completamente al trabajo. Quiero expandir mi negocio, abrir otra sucursal en otra área de la ciudad, así que no he tenido tiempo ni para respirar. — SungJong le aseguró.

—¿Por eso estás tan demacrado? Dios, parece que no has dormido bien en meses. Además veo que has perdido algo de peso.

—No es nada SungGyu, te lo aseguro, arreglarlo todo lleva su tiempo. SungJong no quería mentirle a su mejor amigo. Pero si le contaba algo acerca de Hoya tendría que decirle el resto de la historia y no quería ser el causante de que algo malo le sucediera a él o al bebé que esperaba. Pero con WooHyun era otra historia. Si se lo llegara a encontrar le arrancaría las pelotas.

Los dos hombres almorzaron y pasaron una tarde encantadora, charlando tranquilamente como lo hacían antes. SungGyu le mostró con orgullo la grabación de la última ecografía del bebé y todo lo que había comprado hasta el momento para su hijo al calor de unas buenas copas de vino y sidra.

De repente SungGyu hizo que SungJong tocara su abultado estómago cuando el bebé comenzó a dar patadas. SungJong con algo de recelo lo hizo y sin saber si había sido a causa del vino o el hecho de que nunca podría tener esto con Hoya, rompió a llorar. Últimamente lo hacía mucho.

—¿ SungJong? ¿Qué tienes? Dímelo, por favor.

—No es nada Kyuzizi, es solo la falta de sueño, creo que estoy muy agotado. —La cara que le hizo SungGyu le decía a SungJong que no le había creído ni un poquito.

WooGyu | The Sweetest NightmareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora