Capítulo 16: Y así fue

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Había pasado una semana, una jodida semana desde que SungGyu había echado a WooHyun de su apartamento, y para este momento WooHyun era un completo desastre.

WooHyun estaba sumido en tan severa depresión que para ahora nada tenía sentido para él. Excepto SungGyu y su bebé a punto de nacer.

Toda la semana se la había pasado encerrado en su apartamento, emborrachándose para tratar de mitigar el dolor en su corazón, por supuesto sin resultado alguno. Solo se mantenía lo suficientemente sobrio para llamar a SungGyu cada vez que quería hacerlo. Y para ahora ya había perdido la cuenta de cuántas veces lo había hecho.

Al principio las llamadas de WooHyun iban al buzón de mensajes del celular de SungGyu o quedaban grabadas en el contestador automático del teléfono de su apartamento. Ahora, tal vez cansado del acoso al que era sometido por parte de WooHyun, SungGyu había apagado su celular y desconectado su teléfono fijo desde el día anterior. Era más que obvio que el hombre no quería saber absolutamente nada de él.

WooHyun se rio amargamente tirado en la alfombra de su ahora sucia sala de estar. Vasos y botellas por doquier dañaban el moderno diseño de lo que fue, alguna vez, una impecable habitación.

«Diablos, ¿por qué tiene que doler tanto?», pensó WooHyun, mientras pasaba su mano por su pecho tratando de mitigar infructuosamente el inmenso dolor que sentía.

Muy en el fondo WooHyun sentía que este sufrimiento, de alguna manera, era su castigo por haber utilizado a tantos hombres en el pasado. Hombres como Hoya, a quien había hecho a un lado por haberle confesado que lo amaba, hiriéndolo profundamente al hacerlo.

Al menos Hoya ahora era feliz. Su sufrimiento había tenido su recompensa. Pero ¿su verdugo era merecedor de tenerla?

WooHyun se sentó para alcanzar la botella de whisky recién abierta que descansaba en la mesa de café.

Había casi acabado con la provisión de whisky que guardaba en su apartamento. Cantidad que probablemente le hubiera alcanzado para todo un año y que ahora era casi historia.

Hoya lo había llamado unas cuantas veces. A pesar de que la primera llamada que le hizo fue para gritarle por pegarle a su hombrecito, las otras habían sido para saber cómo estaba. Hoya estaba genuinamente preocupado por él, incluso había llegado al extremo de amenazar a WooHyun con que si no dejaba de embriagarse, él mismo iría a partirle el culo y WooHyun sería el culpable de que su bebé naciera prematuro.

WooHyun sonrió sin realmente querer hacerlo. A pesar de que esa inocua amenaza le causó gracia, no funcionó. WooHyun solo quería olvidar que SungGyu ahora lo odiaba y el alcohol era su mejor aliado para eso.

Una vez que se tomó el quemante líquido ámbar, volvió a acostarse sobre la alfombra. Su cuerpo zumbando por la necesidad de sentir a SungGyu, de tocarlo. ¿Cómo carajos había llegado a cagarla tanto?

Pronto comenzó a sentirse embotado, muy rápidamente el ansiado sueño vendría dándole a su dolorido corazón y probablemente a su alma algo de paz.

Había comenzado a desear no volver a despertarse nunca más. No con el inmenso dolor que sentía apenas abría los ojos una vez que el efecto sedante del alcohol terminaba. Un dolor que solo el perdón del hombre que amaba quitaría. Pero ese perdón probablemente nunca llegaría.

Con ese angustiante pensamiento, mientras lágrimas corrían hacia abajo por sus mejillas para caer al suelo alfombrado, WooHyun se desmayó una vez más.

~

— SungJong, tenemos que hacer algo por WooHyun y SungGyu, esto no puede seguir así. —Hoya y SungJong descansaban plácidamente en lo que ahora se había convertido en su habitación.

WooGyu | The Sweetest NightmareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora