WooGyu | The Sweetest Nightmare

Epílogo: Yoü & I

Un año después...

SungGyu y WooHyun caminaban juntos entre las sillas de los invitados hacia el hermoso altar donde los esperaba el juez civil que los casaría.

Se veían ambos radiantes con sus smokings negros, sus bandas roja y azul y la felicidad reflejada en sus rostros.

SungJong y Hoya se habían ocupado hasta del último detalle de la decoración del exclusivo salón en dónde se llevaba a cabo este hermoso evento el día de hoy. SungGyu solo les había hecho una petición, que las flores con las que engalanaran el lugar fueran orquídeas blancas. Era su manera de hacer sentir a WooHyun la presencia de su madre en estos momentos.

Al llegar al frente WooHyun miró a un lado a Jiae en brazos de Hoya. Su hermosa hija, ahora de un año de edad, estaba también vestida para la ocasión. Aun no se había ido junto con SungGyu para su luna de miel y ya la extrañaba muchísimo.

SungJong y Hoya también se veían espectaculares con sus trajes. WooHyun sonrió al ver al hijo de ambos en brazos de SungJong vistiendo un pequeñísimo smoking que le habían mandado a confeccionar al niño de casi un año. WooHyun nunca había conocido a un papá más endiabladamente consentidor como él.

WooHyun se sentía feliz por ambos.

A pesar de lo difícil que había sido el embarazo de Hoya, éste logró llevarlo un poco más allá de la semana treinta y siete y por eso llamaron al niño Oscar, porque había sido todo un galardón el que naciera.

Lastimosamente Hoya había perdido su útero implantado en el parto y el doctor Hashimoto les había dicho que era mejor no volver a intentar un nuevo tratamiento. Pero WooHyun sabía que SungJong estaba contemplando la posibilidad de que fuera él quien le diera a Oscar un hermano o hermana. Últimamente le hacía muchas preguntas a SungGyu acerca del tratamiento, el embarazo y especialmente, sobre el parto. WooHyun pensaba que a lo que más le tenía miedo era al dolor y por eso aún le huía a la idea un poco. Pero esperaba que pronto llegara a un consenso con el tema y lo hiciera.

Cuando llegaron hasta donde estaba el juez civil la ceremonia comenzó. Por fin serían ante el mundo una pareja casada como ahora lo eran SungJong y Hoya.

Su boda no había sido tan sobria como la que habían preferido WooHyun y SungGyu. Ese par de locos se habían presentado un viernes en la tarde en la oficina de WooHyun para llevárselos a un fin de semana a Las Vegas. Y cuál no sería la sorpresa que se llevaron al saber que el viaje en realidad era una escapada para casarse en una de las capillas con Elvis oficiando la boda.

Había sido un fin de semana inolvidable para los cuatro amigos. Lo único malo fue que a SungGyu y a WooHyun les tocó cuidar de Oscar para darle algo de privacidad a la pareja recién casada. Pero la retribución había llegado, porque ahora SungJong y Hoya cuidarían de Jiae durante su luna miel.

WooHyun quería a SungGyu para él solito y esperaba que la luna de miel tuviera la dulce consecuencia que desde hace algunos meses había estado maquinando. Un hermanito o hermanita para su pequeña hija.

Cuando la boda concluyó una vez el juez los declaró unidos en matrimonio, SungGyu y WooHyun se dieron un amoroso beso en prueba de lo que sentían el uno por el otro ante sus amigos.

—Ahora eres mío ante todos, SungGyu — WooHyun le dijo al oído una vez dejó de besarlo.

Sus amigos gritaban alrededor de la pareja sus felicitaciones.

—No dudes que soy tuyo ni por un minuto, señor Nam. — SungGyu lo abrazó y luego lo miró a los ojos. La mirada de SungGyu brillaba por el amor y la felicidad que ahora sentía.

WooHyun le sonrió y se quedó mirando por un rato la cara de su ahora esposo.

—Sabes, no dejo de pensar que aunque el principio de nuestra relación fue una total pesadilla ha dado paso a algo muy dulce.

SungGyu se rio.

—¿De qué hablas, amor?

WooHyun se inclinó y le dio un casto y rápido beso a SungGyu en la boca.

—De que todo lo que tuvimos que vivir ha valido la pena para llegar a este dulce momento. Te amo, SungGyu.

SungGyu lo abrazó.

—Te amo, WooHyun.

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FIN

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