Enamorada de un modelo.

Capitulo 39

No me dio tiempo a pensar en nada, cuando iba a levantarme para quitarme la camiseta y quedar solo en sostén y bragas, oímos las llaves de casa abriendo la puerta. Abrí lo ojos como platos y mire a Nick.

-Vístete rápido- le dije gritando-susurrando.

Negó con la cabeza y me sonrió, ME SONRÍO, le voy a matar ¿cómo se atreve a sonreírme? Mi madre en nada de segundos entrara por la puerta y lo primero que va a ver es a Nick en calzoncillos (aunque de seguro ya lo a visto antes) sentado en el sillón tan a gusto mientras que yo estoy en bragas y camiseta de tirantes. Definitivamente le voy a matar.

Empece a saltar y a mirar para todos sitios, donde podría esconder a Nick gire la cabeza y vi el piano, si, debajo del piano cabe perfectamente.

Señale con el dedo el piano, el giro su cabeza y volvió a negar con la cabeza, le hice pucheros y ojitos de perrito a lo que el se tapo los ojos y siguió negando.

-¿Que ocurre aquí?- me sobresalte al oír la voz de mi madre. Me gire hacia ella y me miro de pies a cabeza, luego miro detrás mío y volvió a mirar a Nick de pies a cabeza.

-Hola jefa- dijo Nick divertido, mi madre frunció el ceño y yo me gire hacia el fulminandole con la mirada.

-Te lo puedo explicar, no es nada de lo que parece- dije mirando ahora a mi madre.

-Vístete Nick- dijo mi madre un poco enfadada.

Nick le obedeció y empezó a vestirse. Luego le sonrío, mi madre seguía mirándole con el ceño fruncido mientras que yo quería que me tragara el suelo y que me llevara a Júpiter.

-Mama...-dije pero ella me interrumpió.

-No, Kate no quiero saber que es lo que a ocurrido.-Dijo levantando su mano y moviéndola, subió las escaleras y me voltee hacia Nick, lo fulmine con la mirada mientras que el me miraba sereno. Nos quedamos mirándonos a los ojos hasta que empezamos a reír a carcajadas.

Cuando calmamos nuestras risas, Nick decidió irse porque según el no podía seguir jugando al juego de quien lo soporta mas.

-Te juro que si tu madre no hubiese llegado, quedaba esto- junto su dedo índice con el gordo - para levantarme y estamparte contra esa pared y devorar eso labios que me pertenecen- me sonroje y le sonreí.

-Nadie te lo ha impedido- le guiño un ojo. Ríe y se da la vuelta para salir de casa, ya que estábamos en la puerta.

-Mejor me voy, si no...-dijo negando con la cabeza y caminando. Cerré la puerta y empece a reír mientras subía las escaleras, al llegar al segundo piso vi que la luz del despacho de mi madre estaba encendida, me acerque a la puerta y me quede observándola apoyada en el marco. Ella se encontraba concentrada mirando su bloc de trabajo y con un lápiz en la mano dibujando algo, se veía hermosa concentrada en el lápiz y en su imaginación mientras que su corto pelirrojo pelo lo tenía a un lado. Sonreí y me adentre en la habitación, mire por todas partes y todo estaba lleno de dibujos de ropa, zapatos, ropa interior, accesorios... Había diseños colgados en las paredes, maniquíes llenos de telas, grandes rollos de telas de diferente textura y color. Mi madre tenía su propia tienda donde hace esto, mas bien un tipo de empresa donde tiene ayudantes y becarios ayudándola, donde veían como quedaba los diseños en modelos y esas cosas. Me acerque a ella y la abrace por detrás, dejo el lápiz en la mesa y me abrazo los brazos.

-¿Has empezado con el juego?-fruncí el ceño y ella sonrió-me recordasteis a mi cuando era joven, siempre que iba a tener alguna relación sexual con algún chico primero lo ponía ya sabes hot- reí por lo que ha dicho, mi madre entendió el juego, me alegro que me entienda.