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Finn

Acabé de cenar con mi padre, tras una larga charla entre mi hermano, él y yo. A Liam no le había hecho ni puñetera gracia que papá volviera a estar con otra mujer, se quedó muy tocado después de que mamá se fuera de casa por culpa de las pelas que tenían constantemente. Y como Liam había estado en la cárcel durante un corto periodo de tiempo, cuando regresó a casa y se enteró de esto, no ayudó para nada.

Recogí mi plato y lo lleve a la cocina para lavarlo junto a las demás cosas de la mesa.

Sentí como papá se acercaba por detrás mia, y su mirada penetrante me ayudó a averiguar en qué estado de ánimo se encontraba.

-¿Puedes decirme dónde está tu hermano?- me dijo haciendo que me diese la vuelta

-Papá, ¿Por que iba a saberlo?- repliqué, agachó la cabeza y se puso la mano en la frente, parecía bastante agobiado.

-¡Joder ya estamos otra vez...!- dijo alzando la voz más de la cuenta.

Rápidamente supe porque estaba así.

Cuando éramos niños, mi hermano se escapó de casa, dejándonos bastante preocupados. Él tenía unos 14 años y yo solo tenía 13. Cuando mi madre salió a buscarlo, regresó con un Liam lleno de moratones y heridas alrededor del cuerpo y mi madre con un ojo morado y pequeños raspones en los brazos.
Desde ese día mi padre no dejó salir a mi hermano hasta que aprendiese la lección y jurase que no volvería a pasar.
Le pidió porfavor que le contara lo que había pasado pero ni mi madre ni Liam dijeron nunca nada. Mi madre siempre ha defendido ante todo a Liam, y aunque ella saliese herida, haría lo posible por proteger a su hijo.

Después de unos 4 años, mi hermano comenzó a salir de nuevo... Pero al cabo de un tiempo lo metieron en la cárcel. Papá lo logró sacar de ahí, pero para entonces, mamá se había ido y cuando Liam se enteró, nada mejoró. Empezó a meterse en el mundo de las drogas y a traficar con ellas solo para huir por completo de la realidad. Hasta ahora no lo han vuelto a pillar, pero no sé cuánto tiempo más aguantará sin que la poli lo pille, ya que ha salido de la cárcel, pero sigue estando muy vigilado.

Todo esto solo lo sabia yo, ya que mi madre no estaba y Liam me lo contaba todo a mi después de que ella se fuera. Y por eso, yo sabía perfectamente donde se encontraba Liam, estaba en aquel garito al que iba siempre a comprar y traficar la mercancía. Sólo lo hacía para desahogarse y olvidarse de los problemas en casa, pero no le iba a contar nada a mi padre para no preocuparlo más; al menos por ahora.

-Papá seguro que está bien, no te preocupes- él me miró con pena y enfado al mismo tiempo, y yo continúe- creo que ha comentado algo de que salía con unos amigos así que tranquilo, vendrá en un rato- pareció convencido tras mis palabras, y más le valía a Liam volver en un rato sino nos la íbamos a ganar tanto él como yo.

Subí a mi cuarto algo cansado tras todo lo que estaba pasando. Eran las 11 y media, me di una ducha rápida y me quité la camiseta para tumbarme al fin en la cama. Pasó un rato y no conseguía conciliar el sueño, así que volví a ponerme la camiseta y bajé de nuevo al salón. Mi padre ya se había ido a dormir así que cogí las llaves y salí.

Andé y andé por las calles que estaban alumbradas por la tenue luz que emitían las farolas. De repente me paré en frente de una puerta, ya que me pareció ver una silueta de alguien parada en esta, más bien tumbada en el suelo, parecía estar mirando hacia arriba, observando el cielo.
Decidí acercarme y la vi ahí tirada en el porche de su casa, me quedé un rato observándola hasta que me vió. Se acercó a mí y con una voz algo temblorosa me preguntó:

-¿Qué haces aquí?- me acerqué más a ella

-He salido a dar una vuelta porque no podía dormir-

-A mi me ha pasado algo parecido- hizo una pausa y continuó- Mira, yo sé que tú y yo no nos llevamos bien, y tampoco te creas que por lo que te voy a decir me interese hacerlo- no pude evitar reír ante su comentario- pero lo de la separación de mis padres no está siendo fácil para mí, ni para mi familia, no sé si será igual para ti- si tan solo ella supiera lo complicado que es esto para nosotros...- y me gustaría que tú y yo intentasemos mantener la compostura al menos cuando estemos juntos en casa, fuera podrás meterte conmigo y yo podré mandarte a la mierda todas las veces que quieras-

-Como eres Clarke...- me reí, la miré a los ojos y le dije- creo que por una vez estamos de acuerdo en algo- ella me sonrió. Esa sonrisa se me quedó grabada en el cerebro, y se me revolvió el estómago, no se porque razón, pero me sentí raro.

-Bueno pues... Aclarado todo, creo que me voy a ir, que es tarde- pude notar que estaba algo incómoda, yo simplemente asentí y nos despedimos.

Volví a mi casa y me acosté de nuevo, ya que no quería llegar tarde mañana a clase.

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⏰ Última actualización: Nov 15, 2021 ⏰

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