Helado de nuez

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Holoooo
Soy yo, y el de la imagen es el osito de escandalosos que todos conocemos
Esa imagen no está ahí al azar
La verdad es que hay un personaje de esta historia que me recuerda a él muchísimo.
Peeeero sólo sabrán quién es si leen hasta el final, ya me dicen ustedes si sí les recuerda a este osito o si no a quien se imaginan.
No me dejen hablando sola :(

Nos vemos al final del cap ;)

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En pleno siglo XXI todos tienen un teléfono e internet, pero yo nunca había tenido uno ni me había interesado en tenerlo, además de que no tenía el dinero para pagar uno. Pero, descubrí, en el hospital con internet gratis, que para investigar correctamente acerca de cualquier tema que se te ocurra, necesitas más que los mismos libros de siempre de una biblioteca del siglo antepasado. Necesitaba internet, y ahora que ya no tenía que mantener a otra persona sí me alcanzaba para tener un teléfono mínimamente bueno y un buen plan de datos para investigar mucho durante mucho tiempo. Enserio, mucho.

Mis investigaciones me han llevado al primer lugar al que vas cuando se trata de muertos y de la otra vida. Y no, no me refería a un club satánico, esa era mi segunda opción. A una iglesia.

¿Se han sentido fuera de lugar? ¿Que no encajan en el momento o lugar en el que se encuentran? ¿Ajenos, extraños?

Definitivamente un chico demacrado, sucio y desaliñado de 17 años, que es "parte" de la mafia secretamente, en una iglesia en pleno domingo se siente de esa forma.

Pero claro, una cosa que uno mismo tenga la idea y el sentimiento de que no encaja y otra muy distinta es que las personas literalmente te traten de esa forma. Y las miradas, ¡Oh, las miradas! Cualquiera pensaría que es lo más fácil con lo que lidiar, es decir, sólo ignóralos, a quién le importa cómo te vean. Pero, yo siempre, he detestado que la gente me vea, de cualquier forma en la que desee verme, sólo continúen ignorándome como siempre, es más fácil convivir con ustedes si simplemente hacemos como que yo no existo.

Pero no era así de fácil, no esta vez. Desde que Mía murió, todo el mundo mágicamente sabe quién soy. Es decir, en un pueblo pequeño, todo es una novedad. Y una muerte de ese calibre claro que no iba a pasar desapercibida. Antes al menos me miraban con lástima, ahora es con desprecio. Como si el hecho de que mi hermana haya muerto y yo haya quedado solo, me convirtiera en el raro del pueblo.

Ah sí, olvidé contar lo que pasó ese día, yo me estaba casi muriendo (ojalá y así hubiese ocurrido), y me encontraron, tres horas más tarde, a las seis de la mañana, y me llevaron al hospital que se encontraba justamente al otro lado del pueblo y que se sintió como si estuviera al otro lado del mundo por el dolor, pues yo me desperté a la mitad del camino en la ambulancia, dolió como el infierno y la verdad es que yo deseaba estar ahí mismo. Me quedé ahí dos semanas en recuperación hasta que me dieron de alta, no pude acudir al funeral de mi hermana, que el pueblo le organizó y pagó, pues en cuanto nos vieron supieron exactamente porqué había sido provocado -todos en ese lugar sabían de mi padre, es más todo Guanajuato, no todo México, y los que no, lo hicieron cuando salió en las noticias-, obviamente fue uno humilde, la colocaron al lado del lugar de mi madre; y en todas esas dos semanas de comida de hospital y de personas que querían "ayudarme en estos momentos difíciles" e internet y computadoras gratis también del hospital,  tuve el tiempo para trazar mi perfecto plan y deprimirme al mismo tiempo. Razón por la que me encuentro en la iglesia y mayor atracción de este pueblo: La Parroquia de San Miguel Allende. Y la verdad, aunque he vivido aquí toda mi vida, nunca me he dado el tiempo de entrar, sólo la he visto de lejos y si por fuera se ve impresionante, por dentro tal vez, sea linda... o no. 

A donde van los muertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora