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"Estabas de malas, no podía creer mi suerte, maldita seas Armando Mendoza, tenía un vuelo previsto para Madrid en dos horas y el giro de la empresa no pasó, pero claro ese economista de cuarta, cree que puede jugar con el dinero de todo el mundo, está claro que yo podía viajar de mis otros negocios, pero tengo que ponerle un alto, llego a la empresa con un traje negro como siempre y mi cara de malos amigos" —Aura Maria ¿dónde está el Cretino de su jefe?

—¡Señor Valencia, acaba de irse de viaje!

—¿La empresa está sola?

—¡Esta Betty!

—¡Y mi hermana!, ¿Dónde está?

—¡Está en su oficina!

—¡Chismeando con la rubia!, es así como ellos pretende mi familia sostener una empresa que la otra persona se haga cargo de todo, no me anuncie, iré directo a hablar con Marcela, "Estoy tan enfadado que me dan ganas de poner a mi hermana en mis rodillas y darle unos buenos azotes, toda la vida se la a pasado detrás de Armando Mendoza, sin ver que ese sujeto no es bueno para ella, pero yo ya no puedo hacer más nada,eso no está en mi poder ella es mayor de edad, y no es como se pueda hacer mucho, subí por el ascensor y seguí mi camino, lance un suspiro al viento, Patricia no estaba en su asiento, como lo imaginé está con mi hermana", ¡Sandra!; ¿dónde está Patricia?.

—¡Señor Valencia en la oficina de la Señora Valencia!

"Seguí mi camino y abrí la puerta de la oficina de mi hermana".

—¡Daniel Valencia, se toca antes de entrar!

—¡Patricia, quiero hablar con mi hermana, salte!

—¡Ay!, qué mal humor, Segura que te quieres quedar con él a solas.

—¡Patricia déjanos a solas, bien Daniel!, ¿qué te ocurre?

—¡Tu novio aún no me gira el cheque!, y tengo un vuelo para las dos.

—Armando, tuvo que salir de viaje a resolver un problema con las telas que había en Panamá, pero Betty tenía que girar ese dinero, algo le habrá pasado, ella daría la vida por no ver tu rostro no creo que se quedara con algo tuyo a propósito.

—¡Marcela las empresas no pueden seguir así!, ¿por qué de pronto tenemos problemas con cheques, porque salen sin fondos?

—¡Ay Daniel solo paso una vez!, y si tanto te urge ve tú mismo habla con la asistente, y que te gire ese cheque a mí no me regañes.

—¡Marcela, habla con ella a mí me aborrece!

—¡Yo, estás loco!, sabes que nuestra relación no es buena, Daniel soy su dolor de cabeza peleamos no hace mucho, si a ti
te aborrece a mí me odia.

—¡Está bien iré yo!, voy a enfrentar a Beatriz, "Debí hablar con ella desde un inicio es la que maneja todo aquí, no entre por la oficina principal, lo hice por la de la junta es obvio que si paso por la principal me tendré que anunciar y ella no me va a recibir, pero cuando entre a la oficina de Armando Mendoza, con todas las ganas de pelear con ella, y hacer que me tenga más repugnancia de la que ya me tiene, me detuve un momento mis oídos estaban escuchando a Beatriz llorar, y mi corazón se aceleró mucho, lo único que quería hacer era abrir esa puerta y hacer que ella no derrame una lágrima más, me arme de valor y trate de cambiar mi semblante de persona de pocos amigos a uno cálido, abrí la puerta y la vi con el rostro sobre aquel escritorio, de seguro por eso yo aún no tenía ese cheque girado, ella se ha pasado toda la mañana de esa manera llorando en esta fea oficina", ¡Beatriz!

—¡Daniel!, ¿Qué hace aquí?

—¿Me puedo acercar?,"tome un pañuelo y se lo di como sinónimo de cortesía".

—¡Gracias, me lo imaginé de todos menos de usted!

—¡Beatriz!, ¿Por qué esas lágrimas?

"Desde que conozco a Daniel Valencia nuestra relación siempre ha sido indiferente y corta por primera vez hoy hablamos más de dos líneas, Daniel es el hombre más hostil y gris que he visto en mi vida, pero estoy deshecha, quería morir no encontraba una salida a este lío, yo solo quería unas palabra de aliento aunque fuera de ese hombre cruel y hostil que tenía enfrente, no sé por qué lo hice, pero le pase la carta que Don Mario le dejó a Armando, ninguno de ellos saben que esa maldita carta llego a mis manos, yo no sabía qué hacer no se las quería dar a las chicas, pero no quiera pasar por esto sola no de nuevo sé que esto está mal le estoy entregado mi vida a Daniel Valencia, el hombre menos indicado".

"Tome la carta que me había dado Beatriz y empecé a leer, cada letra que decía en ella y me quedé estético, esta carta contenía instrucciones de cómo enamorarla y convencerla para que ella disfrazara los informe de la empresa, para la junta que estaba prevista en julio, tenía cada detalle escrito de como hacer que Beatriz se decidiera a decir que si, yo sabía que Armando Mendoza contar de no arreglar él sus problemas era capaz de hacer cualquier cosa, pero esto es horrendo y me provoca ganas de partirle la cara cuando mi hermana se entere, pero ese no es el problema es Beatriz me está entregando su vida, solté esa horrible carta y de inmediato fui al lado de donde estaba ella y la sostuve a Beatriz entre mis brazos", ¿me cree si le digo que todo estará bien?

"Me tendí entre sus brazos y lo abracé estaba cansada de ser la fuerte siempre esta vez solo quería protección y él me la estaba dando, las lágrimas no dejaron de caer y él por supuesto me siguió abrazando todo el tiempo había algo en el que lograba calmarme".

—¡Ven tenemos que salir de aquí!

—¡Las chicas se darán cuentan que me iré contigo!

—¡No pasará, Beatriz nadie sabrá!

—¡Betty necesito de tu firma para unos papeles!

—"Justo cuando pensé que todo estaba perdido aparece una opción, si algo sabía yo es que las del cuartel nunca me dejarían sacar a Betty de aquí en mis brazos, pero aparece un ángel de carne y hueso, Catalina"; ¡Beatriz quédate aquí un momento iré a hablar con Catalina!

"No quería que se fuera, no quería que me dejara sola, pero entendí que solo estaba tratando de sacarme de aquí, así que solo asentí".

—¡¡Hola, catalina!, ¿cómo estás?

—Extrañada pensé todo menos que tú ibas a salir de esa oficina, ¿qué le hiciste a Betty?

—¿Por qué tengo que hacerle algo?, Cata tengo que pedirte un favor.

—¡jajajaj, Vez, estoy en un mundo diferente!; porque este de verdad que no es el mío, tú diciéndome a mi Cata, y que necesitas un favor.

—¡No estoy de humor, no seas sarcástica!

—¡Bien, Daniel!, ¿qué quieres?

—¡Que distraigas a las del cuartel!, no me preguntes, pero Betty no se siente bien quiero sacarla de aquí.

—¡No, me morí!, tú teniendo preocupación por alguien más que no seas tú.

—¡Cata, por favor!

—¿Puedo hablar con ella?, yo no sé qué pasa aquí pero ella es mi amiga, antes de poder ayudarte quiero saber que ella va a estar bien.

—"me cruzo de brazos", ¿Me crees capaz de hacerle algo?

—¡Si, Daniel!, tú te ganaste esa fama a pulso.

—"Suspiro", está bien, tienes 10 minutos, voy a hacer unas llamadas mientras.

Vidas Quebradas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora