Cita de juegos

79 9 1
                                    

Killua caminaba de un lado al otro de su habitación, se encontraba extrañamente nervioso, no solo era el hecho de que hoy sería su "cita de juegos" con el que sería su primer amigo, sino también el que sus padres y hermano mayor no hubieran dicho nada al respecto, como que jugar con Gon le quitaría tiempo de sus rutinarias clases o que era más importante el sacarse unas buenas notas en su prestigiosa academia que perder el tiempo con un niño cuya familia ni siquiera era conocida, por dios, incluso habían autorizado cancelar sus clases de matemáticas de los jueves para tener su "cita de juegos" con Gon.

¿Y Gon ?, ¿Quién se supone que era ese niño con sonrisa angelical ?, ¿de dónde había salido ?, desde que se conocieron no había parado de pensar en él, le emocionaba mucho conocerlo y ser su amigo, pero sabía que eso era totalmente imposible, en cualquier momento Gotoh llegaría con las noticias de que sus padres querían que tomara otra clase o de que debían retomar sus clases de matemáticas. Pero ahí estaba, caminando de lado a lado a solo minutos de encontrarse con Gon. ¿Qué pensaría él? Que era un chico extraño que necesita hacer "citas para jugar", ¿Cuánto más tardaría ?, Se estaba volviendo loco.

-Joven amo Killua, su amigo ha llegado- dijo Gotoh interrumpiendo sus pensamientos, en ese momento el corazón del peliblanco dio un vuelco, ¿de verdad esto estaba pasando?

Gon observaba todo a su alrededor, jamás había visto una casa tan grande en toda su vida, y mucho menos una sala tan elegante y con pinturas tan bonitas, el día anterior su tía Mito le había dicho que un hombre mayor la había contactado para establecer una cita de juegos con su querido sobrino, obviamente Mito-san colgó el teléfono de inmediato, no sin antes decir que llamaría a la policía, fue entonces que el pobre mayordomo tuvo que conducir por media ciudad para ir a la casa de los Freecss para aclarar el mal entendido, cuando llego el mayordomo le explico a la señora lo que estaba pasando, y que vendría por Gon al siguiente día a las cuatro de la tarde; Mito-san acepto sin reparos, aunque Gon aún tenía cosas que estudiar asociarse con la familia Zoldyck sería bueno para su futuro.

- ¡Killua! -lo llamo Gon cuando Killua entro a la gigantesca sala.

- No hagas tanto ruido, ¡idiota! - dijo el peliblanco tratando de ocultar el ligero tono rosa que se había formado en sus mejillas, lo había puesto muy feliz el que Gon asistiera a esa tonta "cita de juegos" - pensé que no vendrías ...- dijo por lo bajo, sin querer que el pelinegro lo escuchara, sin embargo no contaba con los agudos oídos del chico.

- Por supuesto que vendría, te dije que nos veríamos pronto, ¿no? - dijo el pelinegro sonriendo mientras ladeaba la cabeza a un lado, de inmediato el peliblanco se sonrojo, ¿cómo podía hacer un gesto tan adorable? - Killua, ¿tienes fiebre?

- Por supuesto que no, ven, te daré un recorrido- dijo el peliblanco tratado de distraerlo de su sonrojo.

Rápidamente Gon se paró de su asiento para perseguir a Killua por todo ese gigantesco lugar, el peliblanco pudo observar como salía un pequeño humo de las orejas del ojimiel cuando le pregunto si recordaba donde era la salida. Finalmente llegaron al gigantesco jardín y al invernadero, en donde había una gran cantidad de plantas y flores, por supuesto aquel invernadero le pertenecía a su querida hermana Alluka, pero desde que ella se había ido al extranjero Killua se había encargado de aquel lugar.

- Killua eres asombroso- dijo el pelinegro felicitándolo, a lo que el albino no pudo evitar sonrojarse.

- No digas cosas tan vergonzosas, ¡tonto! - dijo sintiendo como sus mejillas se coloreaban de nuevo, ¿quizás si tenía fiebre? - ¿te gustan los videojuegos? -pregunto mientras volvían a la estancia.

- Si, aunque no tengo muchos, mi favorito es Greed Island- respondió el moreno.

- ¡No puede ser! ¿Tienes Greed Island ?, es casi imposible de conseguir, escuche que es súper difícil de terminar, ¿es cierto que si mueres una vez el juego se daña y no puedes volver a usarlo ?, ¡he escuchado que incluso puedes perder tú consola! - dijo el albino con gran emoción, a lo que Gon soltó una risita- ¿he ?, ¿Por qué te estas riendo? - ¿acaso ya la cague ?, pensó Killua, mientras un nudo empezaba a formarse en su garganta.

La voz de un ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora