La voz de un ángel

PRIMER DÍA: PARTE DOS

-¡Wow!, ¿enserio tú mamá es Kikyo Zoldyck?- pregunto Gon con estrellitas en los ojos mientras recorrían el patio de la escuela- ame la película en la que actuó con Kaito, la he visto miles de veces, ¿eso significa que conociste a Kaito en persona?

- Por supuesto que no-dijo el albino suspirando- Madre es muy seria con su trabajo, no quería ser interrumpida, además en ese momento me encontraba en el extranjero visitando a mi hermana menor-dijo el peliblanco recordando como él y Alluka casi lloran cuando se enteraron que Kaito estuvo cenando en su casa- pero ¿acaso tú no eres el hijo de Ging Freecss? ¿no es él el maestro de Kaito?

-jeje- dijo el moreno sacando la lengua- por más que le rogué no logré conseguir su autógrafo...por cierto Killua, ¿Cuántos hermanos tienes?

-Eh-dijo el albino algo extrañado, casi todas las personas en Japón conocían a la familia Zoldyck- bueno...tengo dos hermanos mayores y dos hermanas menores.

- Oh, eso debe ser grandioso, yo no tengo ningún hermano, siempre estuve solo en esa isla- dijo Gon mientras miraba a la nada, su expresión no reflejaba tristeza o alegría, para Killua ese rostro era totalmente indescriptible- claro, estaba con Mito-san y Ave, y podía salir a competencias todo el tiempo, sabes, hasta el año pasado pensaba que mis padres habían muerto cuando yo era bebe, pero entonces apareció Ging en un bote, ¿sabes que fue lo primero que hizo?, me dio un puñetazo en la cara, dijo que era un idiota por no tener cuidado en ese bosque, que terminaría metiéndome en el territorio de una bestia salvaje y moriría; luego fuimos a casa y Mito-san le dio una paliza, nunca la había visto tan enojada, entonces fue cuando me dijo que él era mi padre y que me había dejado en ese lugar porque su carrera artística era mucho más importante para él- dijo el pelinegro con una sonrisa en el rostro mientras miraba a su amigo.

-Gon...-Killua no lo podía creer, sus padres siempre lo habían obligado a hacer cosas contra su voluntad, siempre había pensado que ellos eran una familia disfuncional, ¿pero dejarlo en una isla por toda su niñez haciéndole creer que estaban muertos?, ese definitivamente era otro nivel- ¿era mejor un padre ausente o uno manipulador? -pensó el albino.

- De verdad debe ser grandioso ser un artista- continuo moreno- debe ser tan genial que por llegar a ser el mejor dejarías a tú único hijo.

- Gon, ¿quieres ser un artista como tú padre? - pregunto el albino, el pelinegro solo asintió.

- Por eso decidí entrar a esta escuela, hare los exámenes hunter de este año- dijo el pelinegro entrando a la cafetería- Oh, Leorio, Kurapika- saludo a ambos chicos mientras caminaba rápidamente hacia la mesa de estos.

Killua solo siguió a su amigo, se le había formado un nudo en la garganta, él pensaba que su vida era mala, después de todo una jaula de oro seguía siendo una jaula, pero Gon, a pesar de lo que había pasado él había decidido qué hacer con su propia vida, y el albino que pensaba que su amigo era un idiota, tal vez era Killua el idiota...

- Eh, tú eres el chico Zoldyck, ¿no es así?- pregunto Leorio cuando este llego a la mesa.

- ¿Y tú eres Leol?- pregunto el albino con ánimos de molestarlo.

- Es Leorio, Leorio

- Ummm, no, estoy seguro que es Leoliol- respondió el peliblanco, mientras ambos empezaron una pelea.

Kurapika suspiro, desde que había llegado a esa escuela la única persona que pudo llamar amigo era ese chico alto, todos los otros eran chicos ricos que no se acercaban a ti a menos de que necesitaran algún "favor" u otros chicos becados que competían o entrenaban como locos para obtener el primer lugar; nunca imagino que el mismísimo Killua Zoldyck se sentaría con ellos, nunca habían cruzado palabras, y los rumores que venían del chico no eran nada buenos, escucho que una vez le partió los dedos a un chico...pero ahora que lo veía peleando con su amigo parecía un chico totalmente normal.