Quiero Saber Que Hay Detrás De Esa Máscara [ ObiKaka ]

3°

- Yo opino que te gusta - comentó Gai. Se encontraban desayunando en el comedor.

- Pero apenas y nos conocemos. No creo que sea eso.

Había pasado una semana. Este chico se la pasaba con Tobi casi todo el tiempo y no era para hablar sobre el proyecto, si no que lo invitaba a salir al parque. Y casi todo el tiempo se la pasaba pensando en él.

- ¿Amor a primera máscara? - bromeó.

- Tonterías, su forma de ser es lo que me atrae.

- Hola - interrumpió un chico castaño -. Podría hablar con Kakashi. A solas.

Gai se despidió, dejándolos solos -. ¿de qué quieres hablar? - habló Kakashi.

- Se que casi no hablamos y nada, pero quiero decirte que eres muy atractivo y... - a medida que iba hablando se iba sonrojando, cosa que le causó gracia al contrario - me gustas, quisiera que nos conociéramos y ya después... Ya sabes, intentar ser algo más.

- Eh...

- ¡Uop! ¿Interrumpo algo? - llegó Tobi, en el mejor momento desde la vista de Kakashi, lo salvó de un momento incómodo.

- Sí, interrumpes algo muy importante - contestó con desagrado el chico.

- Si no te molesta, me llevo un rato a Kakashi - comentó ignorando lo que dijo.

Se fue con Kakashi agarrado de la mano. Al salir del comedor, pararon.

- Gracias por salvarme de esa incomoda situación.

- No es por nada. ¿Lo conocías?

- Sí, es Iruka. Lo conozco, pero no me agrada mucho.

- Hmm, no me pondré celoso con él entonces - comentó mientras se tomaba del mentón.

- ¿Qué cosas dices? Estás loco.

- Loco por ti - bromeó -. Por cierto. Faltan dos meses para el baile, ¿tienes con quien ir?

- No, tal vez acompañe a Gai, él tampoco tiene con quien ir.

- Oh, ya. Yo seguiré buscando - al oír eso, Kakashi sintió una punzada, él más bien quería oír un "¿quisieras ir conmigo, Kakashi?" - Vamos a tu casa, sólo por hoy, no iremos a clases.

Se dirigieron a casa de Kakashi, en el camino Tobi vio un perro y lo quiso acariciar, pero el perro le empezó a ladrar, Tobi salió corriendo pidiendo ayuda y tras de él, el perro con amenazas de morderlo. Kakashi se reía de él mientras los seguía, trataba de detener al perro.

El ajetreo terminó cuando Tobi se trepó a un árbol. El perro se alejó de ellos.

- Veo que le caiste muy bien al perro - se burló.

- Cállate, que a ti no te perseguía.

- Lo bueno es que corrieron en dirección correcta, ya casi llegamos.

Tobi se bajó y continuaron caminando hasta llegar a su destino.

Entraron y estuvieron viendo películas o hablando el resto del día. Hasta que el timbre los interrumpió.

Abrió la puerta, encontrándose con Iruka.

- ¿Qué haces aquí?

- Ah, te traje esto - le enseñó un ramo de rosas.

- Te lo debí decir en ese momento - suspiró -. No me gustas, tampoco quiero que nos conozcamos. Gracias por las rosas, pero no las acepto.

- ¿Eh? ¿Por qué no quieres que nos conozcamos?

- Ya te dije. No me agradas.

- ¿Todo en orden? - habló Tobi.

- ¿Estás saliendo con él? - preguntó Iruka molesto.

- Sí, es mi pareja y tengo derecho de estar con él - protestó Tobi agarrando de la mano a Kakashi. Tobi siempre traía guantes de color negro, así que no sintió el tacto de su piel, pero su agarre lo sintió sincero -. Si te molesta, estamos muy ocupados. Muy pronto nos casaremos. Y para ti no hay invitación.

Entraron rápido azotando la puerta.

- Así que, ¿me voy a casar sin tener un anillo en mis manos? - le siguió el juego a Tobi.

- Que exigente me saliste - se quejó -. Ese chico que quiere, ¿a caso es tu ex?

- ¡¿Qué?! ¡No! Ni en broma saldría con él.

- Entonces, ¿qué quería?

- Hoy en la mañana me confesó que le gustaba, quiere que nos conozcamos, pero ya le dije que yo no quiero y que no me agrada.

- Mmm, me avisas si te vuelve a molestar, para que lo ponga en su lugar y deje de molestar a mi futuro esposo - con lo último, se instaló un gran sonrojo en las mejillas de Kakashi, por unos momentos se le olvidó que estaban bromeando -. ¡Qué tierno~~!

- ¡Cállate!

Por la noche Tobi se despidió, no sin antes dejarle un detalle a Kakashi.

- Toma, esto me recordó a ti - dijo entregando en sus manos una rosa de color gris clarito, casi blanca -. Te la iba a dar en la mañana.

- Esta muy bonita, ¿dónde la conseguiste?

- Estaba en un rosal que había plantado, me recordó a ti, por eso te la doy.

- Gracias. Es muy bonita.

Tobi le dio un abrazo y se fue.