IMPACTO

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La mañana había llegado, y al no estar las cortinas cerradas, la luz del sol le estaba dando de lleno en la cara a Sasuke.

Quien se removió entre gruñidos mientras jalaba la sábana para cubrir su cabeza y seguir durmiendo.

Pero al mover su pierna a un costado de dónde estaba, abrió todo lo que pudo sus ojos ante la inesperada sorpresa de sentir a alguien.

Se sentó con un rapidez inhumana en la cama y notó que bajo su sabana había una mata de cabellos rubios. Sintió como su corazón se detuvo por segundos, más que nada porque había tenido sexo en su propia casa y con un desconocido.

—No puede ser, no puede ser, no por favor no — susurraba para si mismo al ver qué estaba desnudo al igual que ese joven.

"¡No me jodan, desvirgine a un mocoso!" Grito internamente al notar que había una leve mancha roja en sus sábanas blancas.

Sin perder más tiempo, se levantó de la cama y agarró su pantalón que estaba tirado en el suelo y salió casi corriendo de su habitación.

Pero al parecer a Sasuke se le olvidó un pequeño detalle, la cruda. Una que llegó cuando bajo corriendo las escaleras, obligándolo a detenerse para sujetar su cabeza con ambas manos para no sentir ese dolor punzante perforandole el cerebro.

--Maldicion, maldición, maldición -- soltaba una y otra vez. Pero es que, después de la borrachera que se metió, era obvio que se esperaba que terminaría cogiendose a una extraña en un puto hotel de paso. Pero no en su propio departamento y habitación.

Bueno, lo hecho, hecho está. Sólo debía refrescar un poco la cabeza y hablar claro con el mocoso que estaba en su cama y decirle que solo fue sexo casual y ya, ¿Y después? Simple, olvidar a Sakura y todo lo demás para concentrarse en sus restaurantes y futuros proyectos.

— Joder como necesito un vaso de agua bien fría — se dijo a si mismo mientras bajaba los últimos escalones de su casa y se dirigía a la cocina.

Cuando llegó abrió con su mano derecha el refrigerador, pero un ¡Plin! Lo alertó, donde miro con terror su mano, dónde vio un anillo de oro en su dedo anular, lugar reservado para la argolla de matrimonio.

-- Ha, ha, ha, ha, que tontería piensas Sasuke --  se dijo a si mismo al negar rotundamente aquella idea que le llegó a la mente. Pero al ver en su comedor una carpeta color naranja pulcramente bien cuidada. Camino hasta ella y la alzó, viendo que en el interior había un papel.

Entre más leía, menos le gustaba lo que estaba escrito en ese papel, tanto que dejó caer la carpeta con todo y hoja en la mesa y corrió en busca del teléfono más cercano de su casa.

--¡Kakashi, no lo vas a creer, me casé! -- grito con horror al ver que la llamada había sido aceptada. Escuchando un bostezo del otro lado del teléfono.

--¿Felicidades? -- susurro somnoliento Kakashi, quien por andar aún en su mundo de sueño, no se percató del tono que ocupó su amigo.

--¡Despierta idiota!..¡No es con Sakura con quien me casé! -- aquel grito hizo que el Hatake despertará por fin.

--¿Que?... ¿Le fuiste infiel a Sakura!? -- exclamo asombrado y un tanto enojado por pensar en como reaccionaria la joven cuando supiera eso.

--¡Ella me puso los cuernos primero!... Pero eso te lo cuento luego, por ahora quiero que investigues sobre mi matrimonio. El mocoso se llama Uzumaki Naruto --. La sola mención del nombre de esa traidora, hizo que el coraje que tenía el día anterior regresará como brasas sobre sus pies. Pero el cual tuvo que ignorar por el hecho de que había algo más importante en que ocuparse.

--Listo, en una hora tendré toda la información sobre este tipo -- soltó Kakashi antes de colgarle a Sasuke y empezar a trabajar.

El azabache por su parte, estaba enojado y confundido consigo mismo. No podía creer que habia estado tan ebrio como para hacer esa idiotez de casarse con un mocoso que ni conocía.

Hasta que su cabeza hizo click al recordar que ese rubio, era el mismo que se sentó a un lado de él en aquel bar eh intento hacerle plática a la primera y al cual ignoro sin dudar.

--¿Acaso fue una trampa? -- susurro para si mismo al mirar la puerta de su habitación. Pero con sólo pensar en esa posibilidad, le daba asco y rabia el saber que había gente capaz de hacer lo que sea para colgarse de un buen marido rico.

Recordando cuantas veces hubo mujeres que jugaron sucio para meterse en sus sábanas, y a todas las rechazo porque sabía que solo lo buscaban por su fortuna.

Menos Sakura, porque ella ganaba muy bien en su trabajo como diseñadora de modas. Aunque al recordarla, la rabia le creció de nuevo por la traición que está le hizo.

Soltó un gran suspiro antes de dejarse caer en el asiento del comedor y sujetar su cabeza con fuerza, intentando recordar algo de la noche pasada.

Pero todo se detuvo en segundos para Sasuke al escuchar unos pasos acercarse. Al levantar la cabeza, se asombró de ver a un joven rubio caminar hacia él teniendo simplemente una playera negra, que llegaba un poco abajo de los muslos. Tuvo que desviar el rostro al pensar que lindo se veía el ahora oji azul.

--Buenos días amor -- soltó Naruto al estar frente a Sasuke, antes de darle un suave beso en los labios. Dejando al Uchiha en shock al no esperar aquello. --Que pasa, ¿todo bien? -- pregunto con tono inocente, perdiendo a Sasuke con su dulce voz.

"Perfecto" fue el pensamiento fugaz que tuvo Sasuke, palabra que desechó al instante de ver las argollas que portaba el rubio en su dedo anular.
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Aquí otro cap.

Gracias por leerme

Nos vemos hasta la otra

Adiós!

EL MEJOR ERRORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora