EL MEJOR ERROR

PONTE LAS PILAS

—¡Me llegas justo a tiempo! ¡Necesito un mesero pero no me da tiempo poner un cartelon!...¡Así que vamos muchacho, lávate las manos, ponte un delantal y ayudame a limpiar las mesas! —. Naruto asintió feliz mientras corría a hacer lo que le pidieron, todo siendo fotografiado por aquel sujeto que ni por enterado estaba que casi lo mataban más de tres veces en lo que seguía a Naruto y que gracias al rubio, su muerte no llego.
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Naruto corría de un lado a otro dejando bandejas de trastes en el fregadero, así como limpiar las mesas para que otros clientes se sentarán y ordenarán.

La verdad estaba acostumbrado a hacer ese tipo de trabajo, pero al ver de reojo que ese fotógrafo seguía tomando fotos de cada cosa que hacía lo puso un tanto molesto.

Pero no debía mostrar su descontento o lo más probable es que Deidara iría a apuñalar a ese sujeto.

— Oye chico, ven — al ser llamado por el dueño del local, Naruto dejo la bandeja de trastes sobre una mesa vacía y fue a verlo.

—¿Pasa algo? — pregunto con la voz baja.

— Desde que llegaste note que hay un sujeto al final de la calle que se esconde detrás de aquel bote de basura y no deja de tomarte fotos, ¿Que sucede? ¿Estás bien? — la preocupación del señor hizo que Naruto se sintiera de cierta manera conmovido.

— Digamos que hace poco me case pero el mejor amigo de mi esposo cree que yo no le convengo para nada porque bueno mi marido tiene dinero y yo no, así que cree que solo estoy con él por interés y como quiere demostrarle a mi esposo que no le convengo pues puso a un sujeto a seguirme y fotografiarme para ver si hago algo malo — dijo entre verdad y mentira, viendo que aquel señor lo miraba con tristeza.

— Jodido marido que tienes si no es capaz de defenderte como esposo, pero déjamelo a mí, iré a ponerle un alto a ese bastardo que aunque hace su trabajo hay un límite — dijo realmente enojado logrando sorprender a Naruto.

— No por favor no lo haga, no quiero tener problemas con usted ni darle la razón a ese abogado — dijo con voz suave y con una pequeña sonrisa.

— Está bien lo haré por mi trabajador, pero si ese bastardo cruza la línea o el chico rubio que está dizque vendiendo flores al final del callejón — Naruto abrió los ojos con sorpresa al no poder creer que ese señor se haya dado cuenta de Deidara — o los otros tres francotiradores que están en la ventana 6, 9 y 12 del edificio de enfrente hacen algo no me contendre, ¿de acuerdo? — dijo serio al ver a Naruto.

Quién estaba realmente sorprendido al no poder creer que ese señor se haya dado cuenta de los tres idiotas que estaban dizque cuidándolo.

¿Acaso ese señor era más de lo que aparentaba? O simplemente ¿Ellos habían bajado la guardia o se estaban oxidando en eso de camuflajearse y pasar desapercibidos?

—No había notado al rubio de las flores ni a los francotiradores de las ventanas — mintió sin dudar — ¿Cómo es que usted se dio cuenta de ellos? — quiso saber realmente curioso.

— El rubio de la esquina no deja de ver para acá, así como las señales que envía a los sujetos que están en las ventanas, lo más seguro es que se comunican con ese bastardo camarógrafo — murmuró entre dientes, logrando que Naruto se riera disimuladamente.

—Al parecer usted no es un tipo cualquiera, ¿Verdad? — pregunto intrigado.

— Fuerzas armadas, estuve en la guerra hasta que me dieron de baja por obligación no por gusto — dijo entre orgulloso y nostálgico.

Dejando a Naruto sorprendido de saber que estaba frente a un veterano de guerra.

— ¿Que hace vendiendo Ramen? —.

— Bueno digamos que me aburría en mi casa, así que un día dije ¿Por qué no? Y mírame ahora, tengo este pequeño local que hace que mi día no se aburrido — dijo orgulloso de su pequeño logro, contagiando a Naruto de paso.

— Me sentía un poco asustado por lo que me estaba pasando pero ahora con lo que me dijo me siento aliviado y protegido, gracias — dijo Naruto con una gran sonrisa.

— Descuida pequeño si un día no tienes donde quedarte yo te ofrezco mi casa, es pequeña pero nunca te faltará un plato de comida ni techo, así como trabajo — expreso mientras revolvia esos cabellos rubios con gentileza, logrando que Naruto se conmoviera.

— Se lo agradezco — susurro Naruto antes de escuchar un ¡quiero ordenar!

— Bueno, entonces a seguir trabajando — dijo Teushi al ver qué habían nuevos clientes.

—¡Si señor! — exclamó Naruto cuando corrió hasta los recién llegados y los invito a pasar para después pasarles los menús.

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