Tsukamaete - 국민 Adaptacion [terminada]

capítulo Quince

-¿estas seguro de que fuiste al medico?

-Ya te dije que si, deja de insistir.

Unos días después los Reyes invitaron a los Condes Park para cerrar el matrimonio de sus hijos.

Jungkook y Jimin pusieron las decoraciones de su boda en la biblioteca.
Rose se quedó en la puerta vigilándolos por orden del Rey.

-Yo creo que me estas ocultando algo -le dijo acercándose más a el rubio.

-¿Cómo podría ocultarte algo? estas loco-dijo nervioso.

-¡Rose, ve a llamar a nuestro médico personal! Y dile que venga lo antes posible, por favor.

-iNo! ¡Rose no te atrevas!

-Perdón Jimin, todavía no cumplo tus órdenes-le sonrió, guiñó un ojo y fue a buscar al médico.

-Esa sirviente traicionera -se quejó.

-¿Tienes una enfermedad rara o algo por el estilo?

-No -desvío la mirada.

-Si hoy te llevo a comer mochis... Me dices? -él rubio volteó, miró sus ojos unos segundos dudando sobre respuesta.

-No-dijo finalmente.

-Dios mío, esto es grave, me acabas de rechazar mochis.

Solo me gustan los de mi mamá.

-Deja de mentirme, hace unos días fuimos a comer y dijiste que te gustaba -frunció el ceño -quiero que confíes en mí -beso su mejilla.

-Ya llegué-dijo Rose abriendo la puerta.
Tomo aire y siguió -ya esta acá.

Jimin tragó saliva, en algún momento tenía pensado decírselo pero no se sentia preparado.
El doctor hizo las mismas preguntas y llegó a la misma conclusión que su anterior médico.

Aunque le pidió, rogó y hasta ofreció pagarle para que no le diga nada a su novio él se negó diciendo que Jungkook ya le había pagado para decirle lo que ocurria.

-Felicitaciones, van a ser padres.

La cara de Jungkook cambió totalmente.
Antes se veía algo asustado de que su novio tenga alguna enfermedad que no sea fácil de curar. Se veía sorprendido y confundido, pero no se registraba ningún rastro de enojo o felicidad.

-¿Podría repetirlo otra vez? -preguntó lentamente, no había procesado bien la información que le acababan de decir.

-Jimin está gestando-dijo riendo -mejor los dejo solos para que hable. Si necesitan otra cosa avisenme.

Se retiró del pasillo dejándolos solos.
Jungkook seguía con la misma expresión, pero ahora miraba fijamente el vientre de su novio.
Segundos después reaccionó, caminó hasta el y lo abrazó.

-¿Ya lo sabías Verdad? -le preguntó al oído sin soltarlo.

-Sí.

-Tonto, ¿Por qué no me lo habías dicho?

-Porque tenia miedo de...

-Mi reacción -completó-ya leí sobre eso, y no tienes nada de que preocuparte, después de todo quería tener hijos contigo -se aferró más a el.

Jimin le correspondió y estuvieron asi un rato.

-Salimos a pasear con Rose y Hoseok?
-preguntó el castaño.

(...)

-Divides en tres mechones y los vas cruzando así -le enseñó Jimin a Rose.

-¿Por qué yo tengo que ser el modelo? -se quejó Hoseok cruzándose de brazos -¡auch!

-Perdón-dijo el rubio riendo -tu hermana no tiene el pelo tan largo para hacer una trenza.

-Y yo la estoy copiando con su pelo -dijo Rose siguiendo las instrucciones con el cabello rubio de Jimin -Hoseok, quedas advertido de que voy a practicar contigo, vas a quedar hermoso.

Todos rieron menos él. Jungkook seguía acomodando la comida en el mantel del picnic. Se quedó mirando la escena que ellos tres representaban. De repente Rose y Hoseok se transformaron en unos niños más pequeños, ella tenía el cabello rubio y los ojos cafe oscuro y él tenía el cabello castaño y los ojos negros. Como si fueran sus hijos. Vio a su derecha y una niña con los mismos rasgos del chico estaba sentada a su lado.

Sacudió la cabeza y pestañeó varias veces. Las cosas volvieron a ser como antes. Pensó que tal vez esos serían realmente sus futuros hijos y sonrío.

Empezaron a comer y conversar felices.

-Rose, Hoseok... Gracias por haber sido tan buenos sirvientes todo este tiempo..
En especial tú Hoseok, eres el único amigo que tuve -les dijo Jungkook dejando sorprendidos a todos los presentes.

-¿Me consideras tu amigo? Que bien, tú también eres mi único amigo, JungKook -le sonrió.

En ese nmomento se escuchó un grito, pero no uno de miedo o de susto, si no uno de guerra, uno de guerra muy enojado aunque la cara de todos parecía tener ese sentimiento.

Jimin se veía enojado y decepcionado.

Jungkook se veía enojado y con mucho odio.

Rose se veía con una mezcla de enojo y tristeza.

Y Hoseok... se veía pálido.

Yoongi tenía una espada, llena de sangre.

-¡HOSEOK! -gritó Rose desesperada. Quiso pararse e ir a ver como estaba pero Jimin la detuvo y la abrazó para protegerla. No quería arriesgarse a que le pase lo mismo.
Jungkook tomó la espada que habían llevado por protección y empezó a correr al príncipe Min. Mientras corrían se insultaban. Unos cuantos metros después Yoongi subió a un carruaje violeta y se fue en dirección a donde estaban Jimin, Rose y Hoseok intentando respirar siendo perseguido por Jungkook.

Cuando llegó donde estaban ellos lanzó una especie de carta que el castaño recogió mientras respiraba entrecortado.

"Ya que me vas a robar a mi amor, yo te quité a un amigo tuyo, Jeon.

Min Yoongi."

Jungkook gritó de desesperación. Vio como rodeaban a Hoseon, quien intentaba decir sus últimas palabras.

-Qué te amo, verdad? -le decía débilmente a su hermana, que ya derramaba lágrimas.

-Sí-sollozó -no quiero que me dejes.

-Siempre voy a estar cuidándote ¿Si? -la rubia asintió y Hoseok miró a Jimin-tu cuídate, y también a ella, por favor -le dijo sonriendo.

-Va a estar bien con nosotros-le dijo el rubio, una lágrima se le escapó.

-Jungkook, no seas idiota como la mayoría del tiempo y hazme caso, no inicies una guerra contra Min, tu y Jimin deben casarse y ser felices ¿te quedo claro?

-Claro -le sonrió para ocultar sus ganas de llorar.

-Nos vemos... -Susurró y cerró los ojos.

Rose comenzó a sollozar más fuerte y abrazó a Jimin, quien ya estaba llorando en silencio. Jungkook estaba paralizado, no sabía que hacer y solo se quedó mirando el cuerpo de su amigo.

*****

Lamento no haber cumplido mi promesa, pero acá esta la actualización. Realmente no recordaba la muerte de Hoseok cuando leí el fic original así que me sorprendió un poco. Gracias por leer, estamos a nada de terminar.