Serás Mía

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La llegada al castillo fue más rápido de lo que se esperaba, era la primera vez que a Sesshomaru le urgía llegar a sus tierras o al menos en todos los viajes junto a él, a la hora de regresar al palacio no recordaba tanto interés en volver. Al llegar a la entrada frente a ellos un imponente monumento que a sus alrededores demonios guardias custodiaban la entrada.

Una bienvenida como se merece el gran Lord de esas tierras los recibió; el señor Jaken como siempre gustoso de los alardes de los sirvientes del castillos valla pequeño vanidoso y Sesshomaru sin prestar suma atención como siempre, entra directamente a la recepción del mismo. Caminando muy gustosa y con una gran sonrisa se acerca ella, la dulce nana del antes pequeño príncipe y posteriormente de la tierna Rin.

- Amo ¡a regresado! nos llena de alegría que con bien, al igual que a la hermosa de Rin, y el simpático de Jaken

- Mmm simpático…– gruño Jaken mientras Rin reía a sus espaldas

- Iré a mi despacho- dijo el Yokai

- Claro amo- respondió Yumika-

- Ustedes –dirigiéndose a Rin y Jaken- hagan lo que quieran no saldremos de viaje en un tiempo

- Si- contestaron ambos al unísono

Rin muy contenta salió de la sala haciendo una reverencia, se dirigiría a su lugar favorito del castillo, el impresionante jardín de cerezos que se encontraba en la parte trasera del mismo, desde pequeña adoraba pasar horas y horas en aquel hermoso paraíso color rosa. Jaken por su parte se dirigiría a descasar, así dejando solos a Yumika la dulce y anciana Yokai y al príncipe Sesshomaru.

- Dígame amo ¿su llegada tan repentina y pronta al castillo; se debe a resolver un pendiente o alguna otra cosa?- pregunta misteriosa la vieja y muy confiable sirvienta.

- Sabes muy bien la razón de mi regreso- responde sin gesticulación alguna

- ¿Tiene que ver con lo que me comento la última vez que estuvo aquí con nosotros?

- ¿Buscas que te lo repita?

- Perdone usted amo es solo que… me da mucha emoción, aun no lo puedo creer, la pequeña ha estado con usted, con nosotros desde que era solamente una niña y ahora verla tan hermosa, ya toda una mujer y recordar lo que me dijo que piensa hacer yo… yo…

- Es suficiente - suelta irritado

- Perdóneme amo pero es inevitable mi alegría, no sabe el gusto que me da, me siento muy feliz por usted

- Aun no lo hago… -

- Pero el estar decidido a hacerlo me basta, se que usted actuara en el momento más oportuno.

- …- sin más se aleja del lugar dirigiéndose a su despacho.

Llega corriendo con la misma emoción que cuando niña, pero ahora gracias a los cuidados que Sesshomaru había ordenado tenerle a ese increíble jardín rosa, que se veía día a día más hermoso, Rin llega y se acuesta entre el tapis de flores sakura.

Que delicioso, ya extrañaba sentir estas hermosas flores- se dijo deleitándose por el tacto de los pétalos en su piel- ¡es verdad!- recordó- el señor Sesshomaru no actuó diferente hoy en la mañana, al despertar solo…

Tu eres lo que amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora