Seis

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A lo largo de esa semana, que a Jungkook le pareció eterna, llamaron varias personas. La primera fue Hoseok, que después de informar sobre su estado, afirmándole a Jungkook que se encontraba perfectamente y que unos puntos en la cabeza no eran motivo de preocupación, preguntó por Yoongi, esperando un informe detallado de todo lo que había sucedido aquella noche. Y por supuesto dijo que estaba más que dispuesto a retomar el cuidado de su hermano para que él continuara con sus actividades y rutina diaria. Jungkook lo mandó a descansar y le dijo que podía pasar a ver a su hermano siempre y cuando no fuera demasiado pesado para él. Hoseok resopló pero el menor no lo dejó responder y colgó el teléfono.

La siguiente llamada fue de su padre. Ahora bien, la relación de Jungkook con sus padres era complicada, y no porque fuera mala, sino porque estaba tan envuelta en mentiras y palabras no dichas que a Jungkook se le erizaba la piel cada vez que el teléfono sonaba y pensaba que podrían ser ellos.

Obviamente no fue fácil para Jungkook convencer a sus padres de dejarlo marchar, siendo tan joven y llevándose con él a un hombre enfermo por el que tenía que velar las veinticuatro horas del día, pero hubo un cúmulo de situaciones que llevaron a sus padres a aceptar la decisión, a regañadientes y con varias condiciones, pero a aceptarla al fin y al cabo.

La primera situación y la que podría catalogarse como la más trágica ocurrió dos meses después de que Junghyun, el nuevo hermanito de Jungkook, hubiera llegado al mundo. Hyunmoon, el padre de Yoongi se había vuelto a casar con una encantadora mujer provinciana.

Yoongi y Jungkook vivían con su madre y su esposo, pero decidieron que la llegada del bebé cambiaba mucho las tornas. Había sido obvio que el hijo mayor necesitaba estabilidad, en todos los aspectos. Así que Yoongi se instaló a en la casa de su padre, y Jungkook fue con él, porque no había forma de separarlo de su hermano sin que su estado emocional cayera en picada. Al principio todo fue bastante bien, Yoongi se veía genuinamente alegre, seguía viéndose igual de perdido que siempre, pero en ese entonces aún le gustaba tocar el piano, y cuando su madre lo visitaba siempre tocaba para ella.

Pasaron los años y todo parecía ir cuesta arriba, hasta la fatídica noche del accidente. La mujer de Hyunmoon chocó el auto en un día lluvioso, se salió de la carretera y se estampó contra un árbol. La noticia había alertado a todos en la casa y fuera de ella, incluso Yoongi derramó un par de lágrimas cuando Jungkook supo hacerle entender la situación. El veredicto del médico fue desalentador y un soplo de airefresco a partes iguales, la buena mujer viviría, pero quedaría paralítica.

Jungkook se dio cuenta antes que nadie más lo que eso significaba. Cuando volvieron a casa del hospital recogió su ropa y la de su hermano, cuando su padre lo vio las lágrimas corrieron por su rostro como un pequeño río. Jungkook lo abrazó y le susurró palabras de aliento al oído. Él entendía que su padre tendría que cuidar de su esposa, médicos, terapias y atenciones. Se frustraría, habrían días que estaría de mal humor, días que querría escapar de todo, días que lloraría y días que ni siquiera querría levantarse de la cama. Y estaba bien, de verdad que lo estaba, pero Yoongi no necesitaba eso.

Así que empacaron y se fueron a casa de su madre, que sin dudar ni un segundo los recibió con los brazos abiertos. No fue tan fácil, a pesar de todo el optimismo presente. Los intentos de explicarle a Yoongi la situación fueron completamente infructíferos. La cuarta vez que Jungkook intentó hablar con él, su hermano parecía haber comprendido, pero una mañana se había levantado y Yoongi estaba sentado mirando por la ventana con el rostro cansado y triste, diciendo que su padre no le había dado los buenos días.

Fue ahí cuando todo comenzó a ir un poco en declive. Junghyun, el hermano menor de Jungkook tenía cuatro años para ese entonces. No era un niño de risa fácil, era taimado y bastante inteligente, pero como todos los niños podía ser muy revoltoso, intranquilo y escandaloso. Desde el principio Yoongi se mantuvo alejado del niño todo lo que pudo y Junghyun no le hacía mayor caso. Jungkook no prestaba demasiado atención a su hermano menor por estar siempre pendiente del mayor. El padre de Jungkook no tenía mucha paciencia para tratar a Yoongi y Mina, la madre de ambos, tenía bastante trabajo criando a un niño pequeño para prestarle su total atención a sus hijos mayores. La estabilidad familiar en la casa Jeon se sostenía como una mesa de tres patas.

Sonata Para Una Tristeza [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora