[ 14 ] "Hierba Mala"

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🔳 Capitulo catorce

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🔳 Capitulo catorce

HOSEOK

Lee Hoseok era el segundo hijo de Margarita Lee. El segundo, después de su hermana mayor y primero, que su hermana menor energética y mimada.

Hoseok había sido el único hombre en la familia por años, debido a que aún si su madre sostiene su matrimonio con su padre, este pasaba la mayor parte del día trabajando y viviendo en otro lugar.

había aprendido desde joven que debía proteger a los demás, matar a los insectos y tener confites en los bolsillos si su madre o hermanas se mareaban caminando o en viaje en auto. Había sido amado, besado todas las noches en las mejillas y tomado de la mano con cariño al cruzar la calle. Fue así, hasta la primavera de sus dieciocho años.

Cuando el único hombre de los hijos de Margarita comenzó a cambiar.

De pronto el azul para Hoseok ya no era el color predilecto, sino el tono más oscuro y apartado de un día brillante con arcoíris. En invierno se acostumbró al sabor del alcohol y con el tiempo, al sonido de la música en parlantes y un vocabulario adoptado por amigos como bajo y directo.

Hoseok no era más el hijo en una familia.

Hoseok quería escapar de esa familia. Quería tener identidad y golpearse las veces que fueran necesarias para demostrar que podía sentir dolor y que podía ser lo que él quisiera ser.

Finalmente, ese chico con la mirada en la luna, cumpliendo los diecinueve años se había enamorado. En un ambiente nocturno. Su primer, grande y trágico amor.

Un corazón egoísta que se volvió una sombra borrosa que lo empujó a caer en errores, emociones barridas de todo lo que Hoseok jamás alcanzaría. Del Lee Hoseok que ese mundo le daba para soñar con ser, y jamás alcanzaría.

En algún momento el chico con sueños demasiado grandes se estrelló con la rutina de esa vida. De una en la fantasía que lo hizo caer en un profundo hoyo, como escape del dolor cuando miró directo a la realidad. A la realidad de ser un adulto con veintes años, sin dinero, sin dependencia y sin estudios.

'Hoseok atrasó sus estudios por soñar con ser un don nadie.'

Las palabras de su madre se habían marcado en su corazón por haber cumplido ese sueño. Desde el punto de vista de Margarita, su hijo jamás llegó a recuperar el tiempo perdido.

Y esta realidad, para el otoño de sus veintiuno años, le abrió la puerta a las depresiones que en su frágil corazón y enfermos pulmones, lo llevaron a dar pasos mucho más lentos.

Hoseok debió escuchar, aprender a hacerlo. Tomar la rehabilitación. Salir con una enorme deuda.

Lee Hoseok dentro de los muchos remordimientos que cargaría, el primero de todos siempre sería haber hecho llorar a esa mujer devota.

Novio en fuga [ SHOWKI ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora