Hoy fue un buen día para visitar la clínica.
Mi novio se levantó temprano para hacer el desayuno, y después de desayunar yo lavé los platos, él fue a buscar el auto y los dos fuimos a la clínica. Pero no era esa clínica con esos anuncios con palabras extrañas, mi novio me llevó al hospital más grande de la ciudad.
Mi novio dijo que uno de los médicos en este hospital era su tercer año en la escuela secundaria con el que tenía una relación bastante buena, y que mejor podríamos encontrarlo en su lugar.
Lo pensé detenidamente. Sería un poco incómodo encontrar un médico desconocido para este tipo de asuntos, por lo que tener a alguien conocido sería un poco más conveniente. Aunque la incomodidad no se puede evitar, dado que mi novio ya lo ha decidido, debería escuchar lo que dice.
La cola en el hospital era bastante larga. Mi novio y yo nunca habíamos venido a este hospital antes, y la enfermera detrás del cristal nos dijo que sacáramos nuestras tarjetas de identidad.
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Novio: Mm.
Yo: Oh.
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Señora enfermera: Le dije que sacara su tarjeta de identidad.
Mi novio volvió la cabeza para mirarme: Cédula de identidad.
Estaba un poco confundido: ¿No trajiste tu cédula de identidad?
Novio: Lo traje.
Yo: Sácalo entonces.
Novio: ¿Por qué tendría que sacar mi cédula de identidad?
Yo: ¡¿No viniste aquí para hacerte un chequeo ?!
Novio: ¿No eres tú quien vino aquí para el chequeo?
Me: ...
Novio: ...
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... Algo no se siente bien.
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La gente detrás de nosotros nos miraba como si estuvieran mirando idiotas.
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La enfermera estaba un poco impaciente: por favor saque su tarjeta de identidad.
Novio: ¡Deja de tontear!
Yo: ¡Quién está bromeando!
Enfermera: ¿Están los dos sacando sus tarjetas de identidad?
