Se podría decir que las cosas iban mejorando con el tiempo...
Casey había comprendido lo importante que era el hecho de que Gus esté relacionándose con otras personas que no sea su familia, aunque no le gustará saber que pasábamos tiempo junto a Louis, aprendió a controlar sus celos y entender que esto, solo era por Gus.
Había dejado de exigir una explicación sobre lo que había pasado en el viaje a Colombia, y ya no molestaba tanto cuando algunos fin de semanas, yo salía junto a Louis.
Tal vez me había escuchado y estaba empezando a confiar en mí, o tal vez, las palabras de su doctor la habían calmado. Sus ataques de celos y el estrés que le daba a causa de eso, no estaban haciéndole bien al embarazo y desde ese momento, Casey había cambiado un poco.
Habían un par de cosas que a veces le molestaban y se quejaba.
Como la vez que nuestro hijo se había caído en el parque y su rodilla había salido lastimada. Yo no estaba en ese momento ya que había ido a comprarles algo para que pudieran comer, y Louis había querido a cargo de los niños. Casey había hecho un escándalo al ver la rodilla de Gus, me había reclamado por dejarlo solo con Louis y había dicho lo incompetente que el castaño había sido al cuidar de los niños, hasta que Gus la calló con sus palabras.
"—Él no hizo nada malo mamá, Lou me ayudó a levantarme y curo mi herida con mucho cuidado, me hizo reír para que no llorará, él y Nina me ayudaron. No te enojes con Lou ni con papá—"
Pensé que gritaría por el apodo que había salido de los labios de mi hijo, Gus me había escuchado tanto llamarlo Lou a Louis, que él también había empezado a llamarlo de esa manera.
Mi esposa simplemente asintió y pidió perdón por haber gritado, me dijo que debía agradecerle a Louis por la ayuda que le dio a Gus y hasta quiso decircelo ella misma, así que lo llamó y ella le agradeció por su ayuda.
Ese acto me había dejado completamente perplejo.
Tres meses habían pasado ya, tres meses de salidas junto a Louis y nuestros hijos, algunas citas al médico junto a mi esposa, y tres meses en la que nuestra relación había mejorado bastante.
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—¿Cómo está ella?— preguntó Louis antes de tomar de su trago.
—Muchísimo mejor, hoy el doctor le dijo que la veía más relajada y le hizo una ecografía— mencioné con una gran sonrisa en mi rostro.
