- ¿Cuánto puedes amarla?
- Mais do que nada.
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- ¿Cuánto puedes amarlo?
- Más que a mi economía.
- Tu economía se fue al re carajo.
- Bue, más que... Más que a mí beibi
El a los minutos se levantó y fue al mismo lugar que la chica.
Al llegar a la puerta de la habitación que compartían se escucharon gritos.
- "Eles estão matando ela ou o quê?"
"¿La están matando o qué?"
Pensó.
- ¡HIJO DE PUTA! ¡LA RE CONCHA DE TU MADRE Y LA RE CONCHA DE TU ABUELA HIJA DE RE MIL CAMIONES DE PUTAS! ¡CON LA RE CONCHA DE TU PRIMA Y TU PUTA CONCHA CULIADO DEL ORTO INFELIZ DE MIERDA!
- Eu me sinto intimidado...
"Me siento intimidado..."
Susurro.
La rubia abrió la puerta y se encontró con ese hombre.
- ¿Que te pasa? Salí.
Lo empujó.
- Voy a salir un rato.
- Lembre-me de nunca deixá-lo com raiva.
"Recuérdame que nunca te haga enojar"
- Qui gricisi.
Dijo con una voz aguda y se fue de el apartamento compartido.
- ... Eu tenho que segui-la, embora não deva.
"Tengo que seguirla, aunque no debería"
Salió del apartamento y cerro con llave. Tal vez no fue tan mala idea seguirla.
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La vio gritarle a Uruguay, mientras el reía a carcajadas.
