PRINCIPIO DE LA ESPERANZA

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Norte de Bacalar.

La luna llena centelleaba esa noche con una intensidad admirable, iluminando las calles del pueblo para espantar las sombras ocultas. Sus pasos no emitían sonido, eran livianos, casi flotantes como si no existiera la gravedad en sus pies. Al llegar a la casa indicada tocó tres veces la puerta, apartó la capucha de su rostro, se quitó las gafas de vuelo y la entrada se abrió.

―Buenas noches Haakon, por favor, los demás estamos esperando. Si quieres quitarte la túnica.

―Gracias Jade pero prefiero tenerla puesta.

Haakon no había olvidado los ojos azules de Jade y su hermosura, desde que habían estudiado juntos. Se estremeció un poco al recordar. Adentraron a la sala principal donde los esperaban. La plática de los últimos miembros de la Liga se detuvo. Callaron al verlo. Reconoció a las dos personas que estaban allí, con respeto se paró frente a ellos, cerca de la chimenea para dar un mensaje.

―La guerra ha terminado, la orden de los guardianes dará el mensaje en cualquier momento, el Fénix ha muerto junto con el enemigo sin embargo, se desconoce donde volverá a nacer.

El silencio fue una respuesta inesperada. Imaginaba el entusiasmo de los presentes al darles la noticia. Entonces Jade habló:

―Sospechábamos de la muerte del Fénix, por eso te llamamos, necesitamos tu ayuda.

―Disculpa, pero no comprendo. ¿Cómo sospechaban de la muerte del Fénix?

―Es mejor que lo veas por ti mismo.

Incrédulo la acompañó al segundo piso de la casa, las escaleras rechinaron por su peso, cada escalón se quejaba. El pasillo estaba oscuro pero la luz de la primera habitación se asomaba por debajo de la puerta. Entraron y pudo visualizar una cuna al final del cuarto, se aproximó para comprobar sus sospechas, una bebé yacía acostada.

―¿De quién es?

―Es la hija de Ushua y mi hermano.

―¿Dónde están los dos?

―Ushua falleció esta tarde al dar a luz, mi hermano ya partió a Alom después del entierro. Las instrucciones de ella fueron ―, hizo una pausa para respirar. ―Proteger a Zara de nuestro mundo.

―Sigo sin entender, ¿Qué me estás tratando de decir?

―Haakon, te presento al Fénix.

―¡No puede ser!

―Mira, tiene dibujada la flama- dijo ella señalando la parte posterior del cuello.

―Debemos dar aviso a la Orden, no podemos perder tiempo.

Se encaminó a la puerta cuando Jade dijo:

―¡ALTO! -el grito hizo detenerlo. ―Mi hermano confía en tí para guardar el secreto, por eso te buscamos. Es inevitable que ella sea el Fénix, pero el tiempo que podamos protegerla de su destino será lo mejor para mi sobrina. Se quedará conmigo hasta que sea su hora de ser un guardián.

―Cuando sea el momento de entrar en la academia, vendré por ella. Por el momento me retiro.

―Zara, su nombre es Zara recuérdalo.

Sin mirar atrás, Haakon salió de la casa, cruzó el pueblo hasta llegar a una zona despoblada donde se podía ver la sombra de pinos enormes alrededor, cerró los ojos, dijo unas palabras mientras un torbellino de aire lo levantaba por los cielos hasta las estrellas. 

El Oráculo de Zara. "Despertar del Fénix"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora