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— El tiempo se ha acabado. —reímientras la mujer de rizos dorados hacía una mueca falsa de disgusto.— Te he vuelto ha ganar. —me burlé agrandando más mi sonrisa sarcástica.
— ¿Es usted siempre tan competitiva, señorita Cordelia? —Misty bromeó mientras golpeaba suavemente mi hombro.
— Solo si se trata de ganarte a las cartas, querida Misty Day. —seguí su broma mientras me levantaba del suelo del salón de la gran academia. Miré por la ventana solo para ver que la gran tormenta aún seguía.
— Deberías dejarme salir. —la mujer de melena rizada se quejó cruzándose de hombros.
— Vas a congelarte ahí fuera, y es peligroso. —replique pensando en lo peligroso que podrían ser los rayos.
— Soy una mujer adulta, además si muero puedo revivir de nuevo. —su sonrisa nunca dejo su rostro.
— Si, pero tardarás un tiempo en hacerlo. ¿Que haré yo sin tu ayuda en el invernadero? —hice un puchero mientras ella me tomaba suavemente de las manos.
— Delia no mientas. No te preocupa la ayuda en el invernadero. —su tono de voz gracioso, mientras me miraba fijamente a los ojos.— Llorarías tanto por mi, "Oh pobre de mi Misty" dirías, y seguramente escucharías a Stevie enrollada en mi chal. —terminó sus inocentes ocurrencias riéndose.
Si, probablemente lo haría.
— No exageres, esperaría a que regresaras. —trate de disimular la tristeza que las palabras de la bruja del pantano me habían causado con voz sarcástica, pero algo invadió mis nervios a perderla y no pude evitar que la otra pregunta que rondaba por mi cabeza saliera a la luz. — ¿Regresarías, verdad?
— Siempre, Cordelia. Eres mi tribu.
Mis ojos llenos de heridas ahora lloraban de dolor, pero no del físico, era un dolor aún mucho más fuerte. Sentí su cuerpo inconsciente en mis brazos, sollocé rezando para que ella despertara, pero pasaron los minutos mientras el reloj de arena avanzaba, y ella no lo hacía.
— Tienes que volver, Misty. Me prometiste que siempre regresarías. Soy tu tribu no puedes dejarme viviendo en un mundo sin ti. —le susurre palabras desesperadas al oído, necesitando guiarla hacía el camino de regreso a la vida, hacía mi.
La escena fue dolorosa y tal vez penosa a los ojos de las demás brujas, ver a la directora sin amigos perder a su única persona, verme agarrar a Misty entre mis brazos mientras olía su pelo por última vez, escuchar mis sollozos, mis susurros desesperados, ver mis manos temblar bajo el suave toque de la piel de la bruja del pantano, cada vez más fría, cada vez menos viva.
— El tiempo se ha acabado —susurro Myrtle mientras la mujer de mis sueños se desvanecía entre mis dedos.
Y lloré, lloré como nunca antes lo había hecho. Durante horas, días, meses e incluso años. Ella fue siempre el motivo de mis sonrisas, pero desde ese momento se convirtió en el motivo de mis llantos. La había perdido, y con eso, a mi misma también.
Solo me quedaba escuchar a Stevie Nicks en aquel doloroso invernadero, rodeada por un chal rosado que aún olía a flores mezcladas con su icono perfume, aún olía a Misty Day.
No puedo parar de escribir cosas sobre Misty y Cordelia.😭💪 PD: la canción >>>>
