12 .- Pellizcando las arenas

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Llevando a mi bolsillo mi alma hundida,

Encontré en los rincones arena perdida.

De paseos en la playa y caminatas  eternas

Y recuerdo tus besos a orillas de la playa

Y recuerdo las estrellas y la luna que desmaya

En el júbilo nocturno, en la hora de las hadas.


Y  salen de noche los miedos siniestros,

Yace tu recuerdo plegado en la tela,

Perdido en la humareda, en la vuelta de la vida

Brota la sabia del tronco ardido,

salen las cascadas de las grietas en mis ojos


Te paseas volando por mis cielos,

Alardeando de tus plumas en el alto firmamento

Me entristece que no vengas a mandarme tu saludo

Que me niegues la existencia, sinfonía de lo absurdo.


Si te vas no regreses que mi alma se hace mierda,

Si me niegas ya no existo, porque vienes hasta mi?

Sólo dime lo que piensas y abandona las arenas

del desierto de mi pecho, de la playa de la inocencia.


Meto mi mano al bolsillo y grano a grano te pierdo,

Me desangro desde mis adentros

Y me pierdo en el vacío.

Que me muero lentamente al mirarte en ese cielo.


¡Si te vas a quedar di algo!

Pero si solo vienes a mirar, no eres más que un buitre

Aquí está mi cadáver, pudriéndose en tu mirada

devora lo que, de mi queda, deja mis huesos en las arenas.


Poesías de un procrastinadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora