11.- Enamorado de un Espectro

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Anoche soñé contigo, nos besamos, sonreías
Contento estaba de tenerte entre mis brazos
Sentir tu piel, tu mirada, tu tierno abrazo.

Me contabas tu presente, me mostrabas tu alegría
No podía creerlo, todo fue una pesadilla.
Dormimos juntos nuevamente, 
Te acurrucaste de repente.

Dormías en mi pecho y yo acariciaba tu cabello
Todo era perfecto, sentía un nudo en mi cuello.
Que bajaba a mi garganta y me nublaba los deseos.

Mire a todos lados, la noche estaba tranquila,
Disfrutaba mirarte mientras aún dormías. 
No quise despertarte de tu dulce melodía.
Me embargaban las ganas de contarte de mis días.

He hecho muchas cosas pensaba en mis adentros,
Cosas que me hubiera gustado compartir contigo.
Cosas buenas, felices y algunas más tristes.

Sigue soñando lindo muchacho,
Sigue sintiendo mi alegre latido,
Sigue danzando en la eterna penumbra
Sigue cantando en dicha nocturna.

Te fuiste un día casi sin avisar,
Y aun vives en mi memoria,
Mis sueños me traen tus besos,
Mis sueños me traen tu dulce recuerdo.

Mis sueños me hacen esclavo del deseo
De despertar y que llegues corriendo a mi puerta,
Pidiendo perdón a mis lágrimas muertas,
Dándole dicha a mi alma marchita.

Aún te lloro y con el tiempo aumenta la herida,
Aún te extraño y me desangro en el espejo,
Mirando el reflejo de un espectro en vida.

Dudo que algún día llegues a leer esto,
Quizás no sospeches el daño que me ha hecho,
El sentirme desechado tantos meses en olvido,
El sentirme desdichado al pasar de las semanas.

Nadie entiende el afecto que siento,
Rogándole amor a un simple espectro,
Al fantasma en mi memoria que acecha en los pasillos
Al corazón que no pude convencer ese noviembre.

Tantas cosas pudimos ser,
Pero estabas convencido de tu deseo,
Me mirabas en tu patio mientras me marchaba
Te miraba con los ojos hinchados de tristeza.

Paramos en la plaza para gritar de dolor,
Porque me estabas clavando el corazón,
Me deshice hasta el alma y cogí mi teléfono
Eras tú deseándome suerte.

Fui el ave con el ala rota, que tiraste a la vida
a ver como vuelas, que tiraste a su suerte.

Y aquí estoy contento de verte
hendido en mi pecho mi dulce espectro.
No quiero que te despiertes ni tampoco quiero hacerlo.

Cada día que te sueño, me muero otro poco.
Me marchito lentamente suplicando en agonía,
El poder tenerte en mis brazos nuevamente,
El poder sentir tu risa y tu grata compañia.

Mi caballerito de lindo hablar,
Mi niño lindo a quien tanto quise,
Mi sueño que no supe concretar,
Mis ojeras y malsueños en las noches de abril.

Extraño tantas cosas y siento que no puedo
Abrazar este recuerdo sin sufrir eternamente,
Que me siento desalmado entre el canto del silencio
Que me siento abatido hasta el terrible cansancio.

Como deseo volver al pasado,
Quedarme en ese sueño,
Evitar este fracaso.

La vida continúa, pero sin ti... me lleno de dudas
Ojalá estés bien y no me estés soñando.
Ojalá se cumplan todos tus sueños y deseos
Yo seguiré lamiendo mis heridas.

Buena suerte en tu futuro venidero,
Ojalá logres grandes cosas mi amado espectro.
Ojalá te llenes de alegrías mi fantasma predilecto.

Ya debo despertar nuevamente, enfrentar el día a día
sin tenerte presente más que un recuerdo.
Debo continuar esta tragedia, de tenerte y no tenerte.
De verte y no sentirte, de escucharte y no corresponderte.

Pero aquí en mi recuerdo, en mi memoria, te amaré por siempre.

Poesías de un procrastinadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora