Y una parte de mi se sigue descomponiendo, formando filamentos de hifas que retuercen mi alma desde la agonía del recuerdo.
Miro al cielo y el sol ya no me quema los ojos, incluso si me abrazara el astro sentiría el frío y tendría miedo ante la tristeza que enhebra el misterioso resoplido de mis pesares.
Atiende la luna que recelosa mira desde el abismo, petrificada entre sus milenarias y añejas rocas, sintiéndose blanda comparada con la amalgama de toscos rasguños que visten mi corazón
Augurio oscuro que traga el amargo río de sal que decanta por los acantilados de un rostro cansado. Huracán sesgado que evitas la tormenta de mi mente que hace sentir tus vientos como una brisa de verano.
Entran los silencios y se sienten ruidosos ante la incomodidad de sentir pasar el tiempo a un nuevo día. Ni siquiera la quietud quiere permanecer al lado de este desgraciado ente perdido.
Llegando a las entrañas los haustorios de la sequía humana resecan las venas y arterias de un no muerto. Gaia quita la vista y el Plutón frunce el ceño, no sin antes dar una fuerte arcada evitando mis dolidos ojos.
Ya no tengo aliento para llamarte una vez más, pues de tu camino me he apartado quizás para siempre. ¡Vive la alegría que me arrebataste, vive el sueño que ya no tengo, vive pleno, vive digna, vive contento, vive fuerte! late, juega, canta, ¡danza!
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Poesías de un procrastinador
PoésieMe he creado este apartado para compartir con ustedes algunos poemas originales que han nacido de momentos de ocio, de pena, de alegría y digámoslo también, de procrastinación.